Fútbol
El Atlético es otro con Llorente: derrota al Alavés (2-1) y mantiene su buena racha
Los goles de Saúl y Diego Costa, de penalti, acaban con la buena defensa del conjunto vitoriano
Al Atlético le costó descifrar la defensa del Alavés. Los seis hombres en línea que puso Garitano en el borde del área la mayor parte del tiempo formaban un muro impenetrable para los jugadores rojiblancos.
El equipo vitoriano se protegía con cuatro en el fondo, pero cuando atacaba el Atlético los laterales se metían hacia dentro y Edgar por el costado derecho y Aleix Vidal por el izquierdo completaban la línea.
Demasiado para el Atlético, que siempre encuentra dificultades cuando le cierran los espacios. Lo intentó en remates acrobáticos de Joao Félix, en disparos lejanos de Saúl y de Thomas o en remates de cabeza de Giménez. Pero no encontraba el camino.
No era cuestión de que faltara Llorente sobre el césped, sino de que el Atlético no está preparado para enfrentarse a equipos que se encierran en el borde de su área. Ni lo estaba antes del confinamiento ni lo está ahora.
A Osasuna lo liquidó al contraataque y le metió cinco goles. Contra el Valladolid, en el Metropolitano, sufrió. Le costó encontrar un hueco en esa defensa casi tanto como contra el Alavés. La solución llegó siempre de cabeza. Contra los pucelanos fue Vitolo. Contra el Alavés fue Saúl el que encontró el camino. Quizá fue casualidad o es que de verdad Llorente tiene un toque divino que le ha hecho brillar en tiempos de pandemia. Acababa de entrar en el campo y a él le hicieron la falta que Trippier puso en la cabeza de Saúl. Todos saltaron, pero la pelota estaba dirigida para el remate del «8» rojiblanco, que no tuvo que moverse del sitio para mandar la pelota a la red.
Acababa de cambiar Simeone a los dos delanteros. Morata no encontró su lugar en el césped. Correa, al menos, lo buscó. Fue el que más se movió para sacar a los defensas de su lugar y encontrar el gol. Pero los centrales del Alavés estaban muy concentrados en los marcajes y los compañeros, muy atentos en las ayudas. Con Diego Costa y Llorente Simeone buscaba la sorpresa. Apariciones más inesperadas. Marcos igual puede aparecer en el borde del área que en un costado, donde encontró la falta que dio origen al gol. Diego Costa no es un delantero tan de referencia en el área como Morata. Le gusta arrimarse a la banda y dejar libres los espacios para que los ocupen sus compañeros. Eso es lo que valora Simeone, aunque vaya perdiendo desde hace años en su pelea con el gol.
Con ventaja en el marcador, aunque sea mínima, el Atlético ya se siente tan cómodo como siempre con Simeone. Ha recuperado la certeza de su defensa y el Cholo se puede permitir entonces prescindir de Joao Félix. Con el portugués sigue la misma línea desde el comienzo de la temporada. Es extraño que acabe un partido. La lesión que sufrió cuando el equipo regresó a los entrenamientos y la sucesión continua de partidos hacen recomendable para su entrenador no exponerlo demasiado. Por eso no ha completado ningún partido desde que se retomó la competición.
Con Llorente y Diego Costa tenía bastante el Cholo. El «14» explotó su condición física, más dominante aún saliendo desde el banquillo, para darse una carrera por la banda y llegar hasta la línea de fondo. Allí el árbitro convirtió en penalti lo que no era, una jugada en la que Rodrigo Ely y Duarte intentan cortarle el paso y en la que Llorente acaba pisando a Duarte. El VAR tampoco lo corrigió, cuestión de apreciación, y Diego Costa lo convirtió en el segundo gol.
Otro penalti, ya en el minuto 90, permitió a Joselu acercar al Alavés en el marcador. Pero el Atlético sigue sumando. Nadie dijo que el partido a partido fuera sencillo. Tampoco divertido.
✕
Accede a tu cuenta para comentar