Sección patrocinada por: sección patrocinada

Opinión

Y Maradona dijo: “No cometáis el mismo error que yo”

Diego nunca olvidó de dónde venía: se presentaba, y ya no se olvidaba de tu nombre

Imagen del homenaje que el Sevilla ha hecho a Maradona / Foto: Twitter Sevilla
Imagen del homenaje que el Sevilla ha hecho a Maradona / Foto: Twitter SevillaLa Razón

El míster, Carlos Salvador Bilardo, nos convocó a una reunión para contarnos que Diego venía. Recuerdo que había un cuadro en la pared; nos sentó a todos enfrente e hizo como un raya en ese cuadro y dijo: “Mirad, de esta raya para arriba están todos ustedes y estamos nosotros, todo el cuerpo técnico y toda la gente. De esta otra raya para el otro lado está Diego, a él no le podemos tratar de la misma manera, él va a ser diferente”. Pero acabó diciendo: “No os preocupéis, que no os va a defraudar”. Fue un primer impacto antes de conocerle, pero Bilardo tenía razón. Para nosotros era de pronto tener al lado cambiándose y jugando contigo a tu ídolo, el crack mundial, pero nos dimos cuenta rápidamente de su cercanía y su personalidad, de su capacidad para generar un ambiente muy colectivo a su alrededor, a pesar de ser quien era. En el momento que se presentaba o tú te presentabas a él, difícilmente se le olvidaba tu nombre, pero no sólo el de los compañeros, lo hacía con cualquier otra persona que estuviera en su camino: con los utilleros, los fisios, los jardineros, los que cuidaban el campo... Era tan cercano con ellos como con cualquiera de nosotros. En ese cara a cara él no se olvidaba de dónde venía.

Era una época en la que no se viajaba con chárter, te quedabas a dormir muchas veces en la ciudad donde jugabas o como mucho viajábamos a Madrid y a la otra mañana cogíamos el vuelo a Sevilla. Esas noches, pudieron ser 20 o 25 partidos, el 99 por ciento las pasábamos con Diego, en una habitación, porque con él no se podía salir a ningún sitio, evidentemente. La convocatoria era prácticamente total, nosotros le cocíamos a preguntas, no sólo de fútbol, también de vida, de lo personal, y nos contestaba a todas, y en las personales sobre todo, a veces nos acababa diciendo: “Mirad, yo sé que he cometido un error y os cuento esto porque como os tengo mucho cariño no quiero que repitáis el error que he cometido yo”. Eso me hizo sentir que tenía un corazón enorme.

Maradona llegó a Sevilla después de todo el tema de Nápoles, llevaba un tiempo sin competir. Esto que voy a decir es una opinión mía, y puede no ser así, pero yo me atrevería a pensar que Bilardo firma por el Sevilla para sacar a Diego de su entorno, que sentía que no era lo mejor para él y había que recuperarlo en cierta manera para el fútbol. El cariño que le tenía era brutal, como no podía ser de otra manera viendo cómo actuaba Diego y lo que habían conseguido juntos.

El recuerdo en la mayoría de los entrenamientos es que de pronto estabas en la portería y algo allí lejos de ti, pero al alcance de tu vista, ocurría y te quedabas como: “Ostras, esto que ha hecho Diego yo no lo había visto nunca, ¿lo podrá repetir? Y claro que lo repetía, más de una vez. Hacía cosas extraordinarias que nosotros en directo no habíamos visto nunca. Luego en el campo, él sabía que era el número uno y asumía responsabilidades, para lo bueno y para lo malo. No tenía ningún miedo, él expresaba lo que sentía. En el césped defendía al equipo y al compañero como lo hacía para cualquier otra otra cosa. A veces llegaba a esos extremos que no son lo ideal, pero él había decidido vivir de esa manera. Cómo no le voy a respetar. Lo que tengo claro es que los 60 años que ha vivido lo ha hecho a su manera, yo creo que ha sufrido en momentos, pero ha disfrutado mucho y, sobre todo, nos ha hecho disfrutar mucho a todos.