Escapó de Inglaterra hace una semana, viajó a Italia para conocer de cerca a Ferrari y al día siguiente se metió, en coche desde Madrid, una paliza de 800 kilómetros para acudir al circuito de Motorland Aragón y ver entrenar a su padre con el Extreme E, el desafío eléctrico en el que los Sainz han montado un equipo junto a Acciona. Estos días los pasa en casa antes de marchar a Módena, el lugar donde probablemente fijará su residencia cerca de Maranello. Estrella Galicia 0,0, que confió en él hace ya muchos años, facilitó esta charla con LA RAZÓN.
–Negoció con Ferrari. ¿Le sorprendió la cantidad de información suya que tenían?
–Me sorprendió la cantidad de información que barajan los equipos punteros a la hora de fichar a los pilotos. Se van a la estadística, muchos años atrás, el detalle de cada carrera. Fueron al mínimo detalle.
–¿Tenían información interna suya de otros equipos?
–No lo sé. Todos tienen sus contactos en otros equipos e imagino que hubo también algo de eso.
–¿Tiene previsto llevar a Ferrari algún técnico con el que haya trabajado antes?
–No, confío plenamente en el grupo de gente que hay en Ferrari. No hay que olvidar que son de los pocos que han conseguido plantar cara a Mercedes en 2017, 2018, 2019, consiguieron victorias, «poles» hay que confiar que esta gente haga coches competitivos.
–¿Qué sintió cuando se puso el mono rojo de Ferrari el otro día?
–Era un mono oficial, sin sponsors, pero es el mono que usaré en los primeros test. Estaba hecho a medida. Pensé “Está pasando, es verdad. Me he subido y está pasando por primera vez. Tuve que usar el casco de Marc Gené porque se me olvidó el mio. Fue un momento muy especial. No había espejo pero fue un momento especial. Pero sí, me impresionó verme en las fotos cuando las vi en redes sociales.
–¿Cuándo y cómo se produjo el primer contacto con Ferrari?
–No puedo decir cual fue el momento que Ferrari me llamó pero el confinamiento fue intenso. Mucho zoom, teams y unas conversaciones que se hicieron raras por las circunstancia que teníamos. Mi padre, mi primo, familia… no nos aburrimos durante la cuarentena.
–¿Ha hablado con Fernando Alonso sobre Ferrari?
–No, no he hablado con Fernado sobre Ferrari, pero seguro que tendré esa conversación. También es verdad que Ferrari ha cambiado mucho desde que se fue Alonso. El equipo de 2014 ya no tiene nada que ver con el de 2021. Le escucharé atentamente porque Ferrari es otra dimensión como equipo, pero todo ha cambiado. Eso sí, Ferrari es Ferrari.
–¿Después de seis años en la F-1, cuál considera que fue el momento clave para su desarrollo como piloto?
–Desde que llegué a McLaren, a finales de 2018, me sentí con un nivel de confianza diferente al de antes. En 2019, la sensación dentro de McLaren y la forma en la que se me trató y se me escuchó sentí que mi confianza crecía y con eso supe que cuando tocara pista iba a ser mejor piloto.
–¿Cuál ha sido el peor momento en estos años?
–La incertidumbre que hubo en 2017 con el cambio a Renault, el mal momento con las declaraciones que hubo por parte de Red Bull, cuando yo decía que me quería ir y se me criticó mucho. Pero luego al final lo piensas y todos esos momentos son también los que me han traído hasta aquí. No cambiaría ninguno de ellos.
–¿Qué margen de mejora tiene Ferrari para 2021?
–Yo creo que es el equipo con más potencial, también por lo mal que ha ido en 2020. También lo es por la cantidad de talento que hay. Insisto, es el único equipo que le ha plantado cara a Mercedes junto a Red Bull. Sabe hacer coches ganadores.
–¿Habló con Hamilton sobre el tema del racismo y su decisión de no arrodillarse?
–No hablé directamente, pero yo creo que expuse mis razones para expresarme en contra del racismo de una manera muy clara. El gesto de arrodillarme en ningún momento entró en mis planes y así lo declaré. Y se me respetó.
–¿Cuál es la alineación de pilotos más fuerte para 2021?
–La nuestra. (Ríe). Creo que Verstappen y Checo son una pareja muy fuerte. Fernando y Ocon también, McLaren también... La F-1 del año que viene es curiosa porque en los equipos punteros habrá pilotos de un nivel muy alto y muy parecido. Será de los años que mayor nivel habrá. Será más difícil, más interesante y más competitivo.
–¿Qué lección personal ha sacado de la pandemia?
–Más que una lección, a mi lo que me gustaría es asegurarnos que los jóvenes de esta generación no quedamos como egoístas. Yo creo que piensas lo que están sufriendo ahora las generaciones más mayores, nuestros padres, abuelos… y que ahora, de repente, los jóvenes nos despreocupe el virus y que no nos los tomemos en serio me parecería tremendamente egoísta por todo lo que han sacrificado nuestros abuelos por tener la calidad de vida que ahora tenemos. Yo como personaje público de 26 años me gustaría hacer un llamamiento para asegurarnos de que no vamos a quedar como una generación de egoístas, descerebrados o irresponsables.
–¿Qué le parecen los políticos españoles en esta crisis?
–Han tenido una labor muy difícil. Y a nivel mundial ha habido muy pocos países que hayan acertado. Ha habido países que han acertado muy poco y otros que han acertado mucho menos todavía. A nivel español lo hicimos todo tarde y mal como solemos hacer a veces las cosas, pero creo que ahora hemos llegado a un punto que se está gestionando mejor. España está entre los países que claramente no han acertado por la gestión tan mala que se hizo al principio. Ahora, entre todos los españoles y adaptándonos, creo que se está haciendo una labor decente.
¿Ha llorado mucho en estos seis años de Fórmula Uno?
–(Duda) Alguna lagrimilla habrá caído en algún momento, seguro. Pero mucho, no. No soy de lágrima fácil.