Fútbol
Hope Solo y su dura experiencia en la selección de EE UU: “Era un club de chicas malas, blancas y ricas”
La portera cree que es entorno poco amable la ayudó a endurecerse
Hope Solo asegura que se encontró con cierta hostilidad cuando ingresó por primera vez en la selección nacional de Estados Unidos. “Cuando creces en la selección nacional te encuentras con un club de ‘chicas malas’”, ha dicho al podcast The Players de la BBC. “La mayoría de las jugadoras provienen de familias blancas ricas. Esa es la cultura de la selección nacional femenina. Es una cultura blanca muy privilegiada”.
La legendaria ex portera de Estados Unidos continua: “Recuerdo que Carli Lloyd y yo siempre hablábamos de eso y decíamos ‘Tenemos que cambiar esta cultura’. Ella y yo fuimos muy acogedoras, no éramos matonas. Fuimos muy amables con las niñas que venían”.
Solo dice que se sintió rechazada cuando se unió por primera vez a la selección nacional. “La gente no fue amable con nosotras, no fue acogedora, no te invitaban a sentarte a la mesa. Fue difícil crecer en la selección nacional para mí en el aspecto social”, dijo.
Ahora todo es diferente: “Es un entorno mucho más abierto y bienvenido, es una transición más fácil, pero tampoco creo que eso ayude a desarrollar el carácter en muchas de estas deportistas más jóvenes. Ahora tienen el camino allanado la mayor parte del tiempo. No puedes presionarlos de la misma manera que solías presionar antes para que fuera realmente competitivo. Es un entorno completamente diferente y no creo que siempre sea algo bueno. Creo que crea deportistas más blandas”.
Lloyd, quien estaba junto a Solo en el podcast, admitió que otras jugadoras la habían hecho llorar cuando se unió al equipo por primera vez. Pero, al igual que Solo, cree que ese entorno la ayudó a endurecerse. “Les digo a estas jugadoras jóvenes, ‘ahora lo tenéis un poco más fácil’. Es un ambiente mucho más acogedor para ellas. Antes, luchabas con garras. Pero eso es lo que hizo grande al equipo durante tantos años. No fue fácil”.
Hope Solo durante su paso por la Selección Femenina de Estados Unidos jugó 202 partidos con ella. Además de tener dos medallas de oro, una en Beijing 2008 y otra en Londres 2012, ganar la Copa del Mundo en 2015 y dos guantes de oro a la mejor guardameta en 2011 y 2015.
La exjugadora de la selección estadounidense de fútbol nunca se ha mordido la lengua hasta el punto de que no dudo en denunciar públicamente el abuso sexual de Joseph Blatter, expresidente de la FIFA, durante la ceremonia de entrega del Balón de Oro del año 2013, después de que el directivo suizo “tocase el culo” de la portera minutos antes de la gala.
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