Ángel Fernández celebra uno de los 31 goles que ha marcado en el Mundial de Egipto

“Estamos acostumbrados a pasarlas canutas”

Es el máximo goleador de España en el Mundial de Egipto, en el que los Hispanos juegan las semifinales contra Dinamarca

Ángel Fernández (El Astillero, 32 años) no pasó por las categorías inferiores de la selección, pero en la absoluta es un fijo, doble campeón de Europa. Jugó en el Teka, el primer equipo en España de Talant Dujshebaev, que ahora es su entrenador en el Kielce polaco. Es el máximo anotador de los Hispanos en el Mundial, con 31 goles.

–España ha ido creciendo con el torneo.

–Se está notando la mejoría del equipo partido a partido. Sólo habíamos jugado un partido de preparación y hacía que no nos veíamos un año, así que sabíamos que teníamos que ir de menos a más, porque las cosas no salen a la primera. Pudimos sacar esos primeros partidos y eso nos permite estar ahora donde estamos.

–Están en semifinales, contra Dinamarca, tras ganar a Noruega.

–Son dos equipazos, pero si quieres llegar a ser campeón o a una final tienes que ganar a los mejores. Quizá por el otro lado Suecia ha podido tener algo más de fortuna, no ha tenido a grandes rivales, pero vamos, a España siempre nos toca lo peor en los cruces, tenemos esa mala suerte.

–Pero no se ponen nerviosos en los malos momentos.

–Bueno, eso de que no nos ponemos nerviosos... Las hemos visto complicadas, pero es cierto que estamos acostumbrados a pasarlas canutas y quizá tengamos ese punto de que ya llevamos en el torneo unos momentos críticos y a partir de ahí hemos crecido. Quizá eso nos ha venido bien para gestionar esos momentos.

–Usted llegó a la absoluta sin pasar por las categorías inferiores, ¿cómo lo explica?

–Yo he tenido una progresión distinta. Con 17 años debuté en Asobal, pero con la desaparición del Teka tuve que buscarme otro equipo y he ido creciendo poco a poco, año a año y aunque debuté creo que a los 25 años con la selección, ahora estoy en un buen momento y no creo que haya llegado tarde.

–¿Cómo le acogió el grupo?

–Es uno de los puntos fuertes de esta selección, aquí te sientes adaptado a las horas, es un grupo extraordinario donde todos tenemos nuestro rol. Te lo digo de verdad, es un auténtico placer poder competir con ellos. Quizá a veces pecamos de decir «equipo, equipo, equipo», pero es que es lo que sentimos y con lo que nos identificamos.

–Se habla de la soledad del extremo, ¿se ve identificado?

–Sí y no. A ver, es cierto que a veces ser extremo es más complicado, porque no tienes el mismo protagonismo, o el mismo contacto con el balón que otros, pero lo tenemos asumidísimo y sabes que puedes pasar de cero a cien en dos minutos. Puedes estar diez minutos sin tocar una bola y en tres minutos, llegarte tres. Es el oficio del extremo.

–¿Cómo pasa esos ratos sin tocar el balón?

–Estando atento al juego, intentando visualizar algunas acciones del equipo contrario para meterte a doble pivote o hacer alguna acción que pueda desahogar al equipo en cierto momento. Aunque no te llegue, intentar colaborar con el equipo.

–¿Quién le enseñó más del oficio de extremo?

–Es a base de partidos, cuando eres más joven eres más un extremo de la esquina, de ahí no te mueves, pero con la experiencia te gusta colaborar más, hacer alguna, como digo yo, perrería.

–¿El mano a mano con el portero es instinto?

–Me gusta ver algún vídeo para saber cómo reaccionan los porteros, pero también es instinto. Lo principal es observar al portero y a partir de ahí tomar una decisión antes que él. Hay que tener un punto de tranquilidad, pero también a veces te precipitas y quieres hacer un lanzamiento rápido, pero el portero también actúa sobre lo que te ve a ti... Es un cúmulo de factores. A veces puede parecer fácil, pero es bastante complicado.

–Y antes de jugar, ¿se pone nervioso?

–Sí, sí, sí. Un antiguo compañero decía que en el momento en el que no se pusiera nervioso lo dejaría. Y yo lo comparto. Por eso me encanta el banlonmano. En cualquier partido, aunque sea amistoso, sigo teniendo ese cosquilleo. Tener esa alerta y esa adrenalina en el cuerpo es básico.

-¿Cómo es Talant Dujshebaev como técnico?

-El más competitivo que he tenido. Cualquier equipo en el que esté va a ser competitivo. Es un ganador nato y saca de cualquier jugador el cien por cien.

-¿Y Jordi Ribera?

-Es más técnico, más estudioso del balonmano, se mueve con más datos, y Talant es más temperamental. Son parecidos, pero hay ciertas diferencias.

-¿Es un Mundial incómodo por las medidas anti Covid?

-Al final es un poco diferente, no hemos tenido una mañana libre en la que poder dar un paseo, tomar un café. Pero sabemos cómo están los tiempos, hay gente peor que nosotros y al final nos sentimos unos privilegiados y estamos contento de cómo lo está gestionando la organización.