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La pasión deportiva oculta de Quique San Francisco

Era un apasionado del Real Madrid y de las motos, pero además practicó otros deportes sorprendentes de manera privada

Quique San Francisco
Quique San FranciscoEuropa PressEuropa Press

Quique San Francisco, fallecido hoy a los 65 años a causa de una neumonía bilateral, fue conocido por su faceta de actor, muy relevante en la época del cine quinqui de los años 80, y de humorista. Pero tenía una faceta deportiva que iba más allá de su pasión por el Real Madrid y por las motos. Su orden de prioridades deportivas era “el boxeo, el fútbol y las motos”.

“He jugado fatal pero siempre me ha gustado mucho. De toda la vida del Real Madrid. He vivido en Barcelona y allí el fútbol está demasiado ligado con la política”, decía en una entrevista en el diario ‘As’ hace unos años. “Por eso soy anti Barça”, añadía.

En esa misma entrevista se reconocía como un aficionado “templado, nada hooligan”. Y añadía que su futbolista preferido había sido Hugo Sánchez. Apasionado también de las motos, se declaraba admirador de Marc Márquez. También de Rafa Nadal y Fernando Alonso.

Pero Quique San Francisco fue también un deportista apasionado. Un faceta oculta en la que destaca su afición al squash. “Estuve durante cuatro años jugando seis horas diarias. No paraba. Se me fue la pinza y estaba enviciado. Es malísimo como deporte”, aseguraba. “El pádel nos parecía un deporte de señoritas”, añadía. “. A los 29 años yo entrenaba con los mejores jugadores de squash del mundo. Hacen falta muchos reflejos, mucha rapidez y sobre todo mucho físico. Necesitas mucho fondo para jugar al squash. Aquí gana el que aguanta más”, aseguraba.