LaLiga
Las claves de la jornada: la cabeza de Militão y los pies de Messi
Un penalti mandado al poste por el Elche permitió al Atlético llegar como líder en su visita al Camp Nou
LaLiga es un sufrimiento. Un sufrimiento para ganar, en el caso de Atlético, Real Madrid y Barcelona, y por perder, en el caso del Sevilla, al que su derrota en el último instante contra el Athletic le deja atrás en la carrera por el título. El Atlético llegará con una exigua ventaja de dos puntos sobre sus rivales a la decisiva jornada de este próximo fin de semana, en la que los rojiblancos visitarán al Barcelona en el Camp Nou y el Real Madrid recibirá al Sevilla en el Alfredo Di Stéfano.
Messi. Ya sea para prolongar su reinado en el Barcelona o para despedirse a lo grande, lo cierto es que a Leo Messi se le ve con ganas de llevarse esta Liga. Y lo que es una bendición para su equipo se convierte en un notable problema para sus rivales. De lo que decidan hacer sus pies dependerá en gran parte la suerte de este campeonato. Contra el Valencia solucionó su error al tirar un penalti marcando el primer gol de su equipo en la continuación de la jugada. Para dar la victoria al Barcelona dibujó un perfecto lanzamiento de falta. En la primera acción dio muestra de su ambición y en la segunda de su calidad y sutileza. Una mezcla capaz de hacer saltar por los aires la defensa más robusta.
Simeone. El entrenador del Atlético, Diego Simeone, parece decidido a intentar ganar la Liga ahorrando en fútbol. Y tanto está ahorrando que hay partidos en los que su equipo transmite la sensación de que prescinde totalmente de él. Suele suceder lejos del Metropolitano y es fuera de su estadio donde ha malgastado la mayor parte de la considerable ventaja que tenía en la clasificación. En Elche un penalti mandado al poste por Fidel en el último instante evitó un nuevo tropiezo. Demasiado sufrimiento para un equipo capacitado para dominar con más autoridad en determinados escenarios. La victoria en Elche fue la primera del Atlético fuera de casa desde que el 28 de enero ganara al Villarreal por 0-2. En los tres meses transcurridos entre estos triunfos, la ventaja de Simeone y sus jugadores respecto a Real Madrid y Barcelona quedó reducida de ocho a dos puntos.
Militão. En el problema, el Real Madrid encontró la solución. La necesidad de cubrir el agujero creado por las lesiones en el centro de la defensa llevó al Madrid a descubrir que sentado en el banquillo tenía a un excelente central. Fue fichado por 50 millones de euros y llegó acompañado de la desconfianza que viaja con aquellos a los que se les mira su precio antes que su valor. Desde que llegó, lo único que hizo fue trabajar, observar y callar. Hasta que las bajas de sus compañeros le abrieron las puertas de la titularidad. A sus excelentes condiciones como central solo necesitaba añadir la confianza que da la continuidad. Ahora parece imposible pensar en una alineación del Madrid sin Militão en ella. Contra Osasuna, además, se convirtió en el mejor delantero de su equipo. Remató más y mejor que nadie y marcó de cabeza el gol que abrió el camino hacia la victoria y alimentó la ambición de ganar LaLiga.
Williams. Iñaki Williams no se cansa de correr. Lleva haciéndolo en 191 partidos seguidos en LaLiga. Es un hombre de hierro. Si a su velocidad y capacidad atlética añadiera algo de pausa y mejorara la definición en el remate estaríamos hablando de un futbolista superlativo. Contra el Sevilla exhibió toda su velocidad, pero también regaló un toque sutil para alejar el balón de las manos de Bono y al Sevilla del título de Liga. Un gol solo al alcance de los mejores.
Kike García. Llevaba 16 jornadas sin ganar, pero el Eibar se agarra a la permanencia con la misma fuerza que un náufrago a una tabla en medio del océano. El trabajo no es negociable para el equipo que entrena José Luis Mendilibar y mientras la realidad de los números no le diga otra cosa, el Eibar seguirá afrontando cada partido con el convencimiento de que la salvación es posible. Solo así puede conseguir lo que sería casi un milagro, recuperar los cinco puntos que le separan de la zona de salvación cuando apenas quedan 12 en juego. Para ello será imprescindible que se relacione mejor con el gol y hacerlo en el equipo que menos tantos logra en toda LaLiga, junto al Getafe, no es algo sencillo. Marcar tres goles como hizo Kike García contra el Alavés es una tarea casi de superhéroes.
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