¿No hay emoción en los dardos? El vídeo viral de la final del Mundial: la ronda perfecta, el público enloquecido, el comentarista sin voz...

La final del Mundial de dardos, que se disputó en Londres entre finales de diciembre y enero, ha dejado un vídeo que no ha tardado de hacerse viral, con millones de visualizaciones en apenas unas horas. Se enfrentaban el británico Michael Smith y el neerlandés Michael van Gerwen y pasó esto:

El objetivo es hacer exactamente 501 puntos y cerrar la ronda con un doble. Van Gerwen, tres veces campeón del mundo (2014, 2017 y 2019), está a punto de lograrlo, pero falla el último lanzamiento, el del doble doce. Michael Smith también llevaba una ronda perfecta, con dos primeras intervenciones todo triple 20 (la máxima puntuación que se puede obtener) hasta llegar a 141 y clavar la jugada: triple 20 (60), triple 19 (57) y cerrar con el doble obligatoria, 12 en este caso (24) para completar así la jugada inmaculada de nueve dardos, el mínimo para llegar a los 501. ¿Quién dijo que no había emoción en los dardos? El público enloquece con cada dardo que da donde debe y el comentarista se vuelve loco literalmente: “No puedo hablar, no puedo hablar, increíble, acaban de presenciar la mejor ronda de la historia”.

Michael Smith, además de salir vencedor de ese momento histórico puntual, también terminó llevándose la partida por 7-4 para conquistar su primer Mundial después de haber sido dos veces finalista (2019, cuando perdió precisamente contra Van Gerwen; y 2022). El triunfo le convierte en el nuevo número uno del mundo. Tiene 32 años y es conoocido como “Bully Boy” por un viejo trabajo que tuvo como ganadero. Juega a los dardos desde niño y consiguió hacer virtud de una desgracia. Con 15 años sufrió una caída en bicicleta que le obligó a estar 16 semanas con muletas y ahí perfeccionó su juego. Estudió carpintería, pero cuando estaba a punto de terminar lo dejó para centrarse en los dardos. El triunfo en el Mundial le ha hecho ganar medio millón de libras esterlinas (568.000 euros) en premios. “Finalmente lo logré, toda esa angustia por la que he pasado y finalmente he podido levantar el trofeo y poner la estrella en la camiseta por la que sé que he trabajado duro. Esta noche no fue solo por el Campeonato Mundial, fue por el número uno del mundo, así que es especial”, confesó Smith, que no pudo contener las lágrimas después de la victoria, posando al lado de su familia.