Entrevista

Jorge Félez: “Creo que el patinaje no tiene límites”

De niño entrenó con Javier Fernández, pero la vida y el patinaje le llevaron por otro lado: el de los espectáculos, como Disney On Ice

Jorge Félez, patinador
Jorge Félez, patinadorlarazon

El patinaje artístico es un deporte en el que es difícil salir adelante en España. Javier Fernández lo logró compitiendo y uno de sus compañeros de entrenamiento en Majadahonda cuando eran niños, Jorge Félez lo hizo en el mundo de los espectáculos como Disney On Ice, que llega a Madrid del 9 al 12 de febrero y a Barcelona del 16 al 19 del mismo mes.

Usted ha conseguido vivir del patinaje con un espectáculo como Disney On Ice. ¿Fue difícil al principio, cuando estaba en espectáculos más pequeños?

Siempre he llevado bien el adaptarme a los diferentes espectáculos y apenas he tenido malas experiencias. Al principio, siendo más joven todo era nuevo y emocionante, no quiere decir que lo no siga siendo ahora, pero supongo que esa energía me ayudaba a lidiar con las situaciones que quizá eran algo más complicadas. He tenido la suerte de estar siempre rodeado de gente estupenda y evolucionar en la profesión con grandes compañeros, y gracias a ello estoy en una de las mejores compañías de espectáculos para dedicarme al patinaje sobre hielo.

Cuéntenos cómo ha sido su evolución hasta llegar a Disney On Ice.

Todo empezó cuando en 2012 me llamaron para hacer una gira nacional con un espectáculo más pequeño. En ese momento acababa de terminar la carrera, no tenía ninguna atadura y decidí unirme pese a que tenía el patinaje un poco abandonado. Esa experiencia fue maravillosa, estuvimos por toda España, con un elenco de patinadores de todo el mundo con los cuales algunos sigo compartiendo profesión en Disney. Ahí fue cuando recuperé la pasión por el patinaje. De ese show pasé por un par más en España, hasta que pensé en probar un espectáculo internacional. Disney era (y es) de las mejores opciones. Tuve la suerte de que un amigo que ya llevaba un par de años en la compañía me ayudó para la audición y a los pocos meses de hacerla ¡Me ofrecieron un puesto! Esto fue en 2015. Invito a todos los patinadores, sin importar tanto el nivel, a que se atrevan y hagan el casting para unirse al espectáculo. Es muy sencillo, desde la website de nuestra productora, que es Feld Entertainment, en la sección ‘Auditions’ te explican todos los pasos. ¡Supersencillo! Y si alguien tiene alguna duda estoy encantado de ayudar con ello. Siempre estamos dispuestos a conocer a los patinadores en las ciudades en las que actuamos. Así que este febrero de 2023 en Madrid y Barcelona es la oportunidad perfecta.

¿Qué parte de lo aprendido en su etapa de competición aplica ahora en su día a día con el espectáculo?

Toda la técnica por supuesto, aunque con los años tengo que reaprender mucho. La disciplina, el estar “expuesto” mostrando lo que sabes hacer, el cuidar tu cuerpo para estar sano y sobre todo el disfrutar del deporte.

¿Qué expresa o qué intenta expresar cuando patina?

Al representar diferentes historias y personajes del mundo Disney, siempre nos adaptamos a lo que la escena requiere. Desde ser un pirata malvado para Garfio, a ser un miembro de la realeza en Arendelle de Frozen, uno de los isleños amigo de Vaiana, o algunos superdivertidos como ser una estrella de mar en Bajo el mar con Ariel y Sebastian.

¿Es muy diferente al surf, su otra pasión?

Es diferente como deporte, pero la felicidad que genera es muy similar. El disfrute del ejercicio, el notar cómo tu cuerpo es capaz de hacer ciertos elementos y se adapta a cada situación es lo que lo une. Sentir el deslizarse en una ola o en el hielo y esa sensación de movimiento es única.

¿Cómo es la preparación de un patinador de Disney On Ice en el día a día?

Somos muchos atletas que venimos de disciplinas diferentes, y en el show tenemos ciertos ejercicios o números que requieren entrenamientos específicos. Este show tenemos acróbatas, freestylers que saltan en rampas, bailarines, por supuesto patinadores artísticos… Todas las semanas en las diferentes ciudades donde actuamos tenemos lo que llamamos el ‘Training day’ dónde nos juntamos todos para adaptar nuestros elementos a la pista, ya que a veces por la estructura del estadio y las dimensiones del hielo varían. Este día todos hacemos un poco de todo, pero cada uno se dedica a seguir perfeccionando lo que haces en el espectáculo. Al igual que en tus días libres o el entrenamiento previo al show, donde tú como atleta sabes qué es lo que mejor te sienta y así te preparas para los números. Además, viajamos con un Athletic trainer que nos aconseja, nos planea ejercicios específicos y también nos ayuda a recuperarnos de las lesiones.

¿Qué recuerda de sus años de competición? ¿Le gustaba competir?

Yo me lo pasaba muy bien. Te reunías a amigos de otras ciudades, viajabas a otras pistas de hielo, era un fin de semana donde también animabas a tus compañeros y veías muchísimo patinaje del que aprender y disfrutar.

Si no me equivoco, hay un momento en el que se cansa de patinar y lo deja, ¿qué pasó?

Supongo que perdí la motivación. Hubo varios cambios en el club y si lo juntas con la adolescencia y que yo no era el más trabajador de pequeño, pierdes las ganas de seguir. Ahora me arrepiento de no haber seguido un poco más y lo veo reflejado en mi patinaje. Siempre fue difícil dejarlo, de hecho, volví a los pocos meses, pero no lo sentía igual.

Ser patinador profesional en España, dedicarse a ello como deportista profesional, ¿es difícil? ¿hay que salir al extranjero para prosperar como hizo Javier Fernández?

Sí. En general en todo el mundo. Pero en España al ser un deporte minoritario es incluso más. Yo tengo la suerte de tener este trabajo ahora, pero como todo deportista, el futuro siempre es algo incierto y hay muchos atletas hablando de lo complicado que puede llegar a ser una vez se deja de competir. Por eso invito a que si quieren seguir conectados con el patinaje, hay opciones con los espectáculos más allá de la competición. No todos los deportes tienen la suerte de luego poder dedicarse a ello profesionalmente como es mi caso. Yo me he sabido adaptar bien pese a las adversidades y he tenido compañeros, familiares y amigos estupendos que me han guiado en mi carrera. Ha sido un cúmulo de todo junto. Y respecto a salir al extranjero, si quieres dedicarte 100% a hacer espectáculos, sí. A nivel de competición, es importante saber que no es necesario ser el numero uno para tener éxito y prosperar. Hay que acabar con este tipo de pensamiento. Tendemos a tener que igualar al mejor del mundo continuamente, cuando hay atletas muy felices con trayectorias envidiables, que no han llegado a ser el número uno y eso está bien. Lo que ha conseguido Javi es algo único a nivel histórico, mundial. Salir al extranjero junto con muchísimas otras circunstancias de su vida es lo que han hecho que él tenga esta trayectoria. En España hay entrenadores, clubes y muchísima gente haciendo una labor exquisita para sacar adelante un deporte minoritario. Lo que para algunos puede que funcione genial, como el irse fuera de España, para otros igual no. Tenemos patinadores, como Felipe Montoya, que ha sido olímpico, es un patinador maravilloso, actuando como solista en varios shows por todo el mundo, y ha entrenado en España.

Además, tuvieron el mismo entrenador, Jordi Lafarga, y tiene casi la misma edad. ¿Llegaron a entrenar juntos? Si es así, ¿cómo era ese Javi niño?

Javi y yo empezamos a patinar prácticamente a la vez. Éramos muy amigos, pasábamos las tardes juntos y nos llevábamos muy bien. Siempre que uno se salía del hielo a “atarse” los patines o vaguear mientras no nos veían los entrenadores, el otro también salía para hacer compañía. Yo me acuerdo que nos decíamos “si no gano yo quiero que ganes tú.” Javi era un chaval muy dulce y siempre con ganas de bromear. Básicamente todos mis años de entrenamiento los pasé con Javi excepto mi última temporada donde el club se dividió y estábamos con entrenadores diferentes. Aquí es donde yo empecé a perder la motivación y lo dejé. ¡Estoy hablando de hace casi 20 años! Luego Javi siguió y bueno, él es un ejemplo como deportista y yo estoy de gira por el mundo con Mickey Mouse, que también está muy bien.

También en Majadahonda, donde empezó usted, han montado una escuela Sara Hurtado y Kiril Jalyavin. ¿Qué le parece?

¡Me parece genial! Les deseo muchísimo éxito y estoy seguro de que crear esta escuela de danza sobre hielo va a ayudar muchísimo al patinaje español. Sara es una persona muy implicada con el deporte, con unos valores superpositivos que hay que compartir con nuevas generaciones, así que me ilusiona mucho que saquen proyectos como este.

¿Es muy distinta la situación de cuando usted competía a ahora respecto a instalaciones, en España, medios...?

La situación desde que yo lo dejé ha cambiado muchísimo. Desde pistas de hielo nuevas, a tener que cerrar varias en los últimos años. Yo llevo ya muchos años fuera y no te sabría decir bien. Hay mucha gente haciendo una labor importantísima para mantener el deporte en España. Para informarse bien de la situación actual del patinaje sobre hielo recomiendo seguir a HieloEspañol, que lo lleva el periodista especializado Pedro Lamelas y está haciendo un trabajo exquisito cubriendo todas las noticias sobre nuestro deporte.

Ya se ha hecho un cuádruple axel en competición. ¿Cómo definiría este salto y el hecho de que se haya conseguido?

Cada año veo que los patinadores siguen superando barreras que se consideraban casi imposibles… Sigo en shock viendo el salto de calidad que ha dado todo el patinaje. No solo en saltos, en elementos, en interpretación, el nivel que hay es increíble. ¡A mí cada vez me cuesta más y el nivel no deja de subir!

¿Hay límites en el patinaje?

Me gustaría pensar que no. Sobre todo, porque dentro de los espectáculos estamos incorporando números circenses, combinando disciplinas y creando arte. Es la suerte del patinaje, que dentro de ser un deporte se le añade baile, acrobacias, interpretación... Y eso lo hace único. Adaptar el mundo de Disney, con coreografías y el patinaje artístico hace que viva en un mundo sin límites.