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Al Khelaïfi en el punto de mira

La fiscalía de Suiza investiga al presidente del PSG por presunto soborno en la venta de los derechos de TV de dos Mundiales.

Nasser Al-Khelaïfi con Neymar el día de la presentación del brasileño como jugador del PSG
Nasser Al-Khelaïfi con Neymar el día de la presentación del brasileño como jugador del PSGlarazon

La fiscalía de Suiza investiga al presidente del PSG por presunto soborno en la venta de los derechos de TV de dos Mundiales.

«Que prevalezca la presunción de inocencia», advierte la fiscalía de Suiza después de anunciar que ha abierto un procedimiento criminal contra Nasser Al-Khelaïfi, presidente del PSG y dueño del grupo audiovisual beIN MEDIA, filial de Al-Jazeera, y contra Jérôme Valcke, quien fuera secretario general de la FIFA con Joseph Blatter, por sospechas de soborno, administración delictiva, fraude y falsedad en los derechos de televisión de los Mundiales de 2026 y 2030. Si bien a Valcke, que en la mañana de ayer declaró en Berna requerido por las autoridades helvéticas, se le investiga también por los Mundiales de Rusia’2018 y Qatar’2022, por idénticos motivos. Se da la circunstancia de que el exsecretario general de la FIFA cumple una inhabilitación de 10 años por otras corruptelas ya probadas.

Por unas u otras razones, Nasser Al-Khelaïfi, 43 primaveras, antiguo tenista profesional que alcanzó el puesto 995 en la lista de la ATP, se ha convertido en el personaje futbolístico del año. Respondió a la tentativa del Barcelona para llevarse a Verratti con el fichaje exprés de Neymar. Pagó los 222 millones de cláusula, puso al jugador un piso en París –más de 70 millones de ficha anual– y otro a su padre –40 millones de prima de fichaje– y se hizo con uno de los mejores peloteros del mercado; precisamente el que contribuyó decisivamente, con dos tantos, el 8 de marzo, a la eliminación de su equipo en la Champions con aquel histórico 6-1. El Barça perdió 4-0 en el partido de ida y en el de vuelta hizo tres goles en los últimos 7 minutos. Antológico 6-1. Si no puedes con tu enemigo, cómpralo. Vaya si lo hizo el jeque.

Qatar es un país algo más grande que Asturias, unos 11.500 kilómetros cuadrados, no llega a los tres millones de habitantes, de los que apenas un 20% es población autóctona. La renta per cápita de los cataríes, de los privilegiados nacidos en ese minúsculo país del Golfo Pérsico, ronda los 600.000 dólares. No pagan luz ni agua ni estudios universitarios... Entre ellos no hay clase obrera; la mujer vota y conduce. Estos avances en un país musulmán, que además de poseer una ingente cantidad de petróleo es el tercer productor mundial de gas, chocan sin embargo con la desprotección del trabajador no cualificado. Human Rights Watch y Amnistía Internacional consideran que hacen «trabajos forzados» quienes participan en la construcción de los estadios del Mundial. Se calcula que al término de las obras habrán perdido la vida no menos de 4.000 trabajadores.

A Nasser Al-Khelaïfi, con una fortuna de 16.000 millones de euros, miembro de QIA (Qatar Investment Authority), fondo soberano de inversión propietario de Harrods, el Empire State y Al-Jazeera, le vigila la UEFA porque se supone que no cumple el «fair play» financiero, incluso le ha condenado ya una vez antes de fichar a Neymar y a Mbappe, ambos por 400 millones. Pero ahora también sigue sus huellas la fiscalía suiza. Han registrado sus oficinas de beIN Media en París en busca de pruebas del soborno a Valcke para adquirir los derechos televisivos de los Mundiales de 2026 y 2030. La operación está liderada por Eurojust (Unidad de Cooperación Judicial de la Unión Europea) y además de los registros en Francia se han efectuado otros en España, Grecia e Italia.