Así es Berrettini, el rival de Nadal en semifinales del Open US

esulta extraño hablar de un deportista pionero en un deporte mayoritario como el tenis. Mucho más si nos referimos a un lugar como Italia, donde Fabio Fognini lleva años alcanzando las rondas finales de los grandes torneos del circuito representando a su país.

Sin embargo, la irrupción de Matteo Berrettini, rival de Rafa Nadal en las semifinales del Abierto de Estados Unidos, ha vuelto a sentar a los italianos delante de la televisión para disfrutar del tenis.

Matteo nació en Roma, allí donde Rafa ha ganado nueve veces, hace 23 años. Es el primer fruto de una fuerte apuesta de la federación italiana por intentar, desde la base, colocar a un tenista local entre los mejores del circuito internacional.

Berrettini tiene talento, mentalidad, una personalidad que engancha con el público, algo que tal vez le falta a su compatriota Fognini y, sobre todo, solidez en su juego.

Todas estas características hacen pensar que, al contrario que la actuación del último semifinalista italiano de un Grand Slam, Cecchinato en Roland Garros del año pasado, su éxito no va a serflor de un día.

El juego del italiano mezcla las características de un gran sacador, un servicio potente y facilidad para acabar los puntos en la red, con los de un tenista moderno, capaz de adaptarse a todas las superficies, no en vano este año ha triunfado en hierba y en tierra batida.

El inicio de la gran temporada de Matteo Berrettini comenzó en el mismo lugar donde ha asombrado al mundo, las pistas de Flushing Meadows.

En agosto del año pasado, perdía en tres sets en primera ronda de Nueva York ante el local Denis Kudla.

Ese fue el último encuentro en el que Berrettini se hundió mentalmente. El semifinalista del Abierto de Estados Unidos lleva cinco años trabajando con Stefano Massari, un entrenador que se centra única y específicamente en el apartado mental del jugador y que ha visto como en este US Open la cabeza de su pupilo ha aguantado y salido airosa de varios momentos límites.

En tercera ronda, ante el australiano Popyrin, perdió su saque con 5-5 en el cuarto set después de un juego con 10 iguales. El jugador mantuvo la calma y consiguió el contrabreak para cerrar el partido en el tie break minutos después. Supo cerrar su partido ante Rublev y el miércoles resistió un maratón de cinco sets contra el experimentado Gael Monfils.

Es cierto que ante el francés pudo cerrar el encuentro con su saque en el quinto y se le escaparon cuatro bolas de partido. Pero, en sus primeros cuartos de final de Grand Slam, no le tembló el pulso en el tie break decisivo y consiguió la que hasta ahora es la victoria más imporante de su carrera.

Berrettini ha aprendido la lección. Su juego sigue siendo exquisito, un potente servicio combinado con una gran variedad de golpes, y ahora además su cabeza también le acompaña.

Esta madrugada el tenista romano tendrá delante al mayor gladiador del circuito y favorito principal al título en Nueva York, Rafa Nadal.