Baloncesto

El Barça se lleva la final de Copa más agónica

El Barcelona suma su cuarta Copa en cinco años, las cuatro ante el Madrid (59-64). El equipo de Jasikevicius se sobrepuso a la defensa blanca para ganar el título. Mirotic, MVP

Los jugadores del Barça celebran la consecución del título de la Copa del Rey tras su victoria ante el Real Madrid en la final
Los jugadores del Barça celebran la consecución del título de la Copa del Rey tras su victoria ante el Real Madrid en la finalJorge ZapataAgencia EFE

El Barça levantó su cuarta Copa del Rey en cinco años, todas ante el Real Madrid, en un Clásico marcado por intensidad defensiva y el intervencionismo extremo de Jasikevicius y Laso. Si la final arrancó con el Madrid mandando fue gracias a la defensa, pero el Barça supo armarse de paciencia para rehacerse y resolver un partido que supone el vigésimo séptimo título de Copa del Rey para el Barcelona, a uno del Real Madrid.La racha de Jasikevicius ante el Madrid continúa. De trece Clásicos disputados desde la llegada del lituano al banquillo, el Barça ha ganado diez. Y con Mirotic (19 puntos y 5 rebotes) como MVP.

Laso decidió dar un volantazo al paisaje de los últimos Clásicos. La pizarra de Jasikevicius, la intensidad y la defensa azulgrana habían marcado los precedentes recientes. Victorias autoritarias del Barça. Para cambiar la dinámica, el Madrid apostó por hacer constantes cambios defensivos. El primer emparejamiento de Taylor con Laprovittola entraba en la más absoluta lógica. Lo que sucedió a partir de ahí no lo esperaba nadie. De pronto empezaron a surgir emparejamientos antinaturales que descolocaron el ataque del Barcelona. Yabusele estaba con Calathes; Taylor se emparejaba con Mirotic; Deck cogía a Laprovittola... y el Barça se perdió entre la maraña de cambios, manos y contactos. A Jasikevicius no le quedó otra que pedir tiempo (11-2). La reacción de Rudy saliendo del banquillo aplaudiendo, gritando y felicitando a sus compañeros era la muestra de que el plan no podía haber funcionado mejor. La sangría aumentó porque con las rotaciones no bajó la actividad atrás del Madrid (19-3). En el primer cuarto, el Barça había recolectado sólo una canasta en juego de Mirotic y tres tiros libres. El 1/11 en tiros de campo y las cuatro pérdidas eran una gran recompensa a la defensa blanca, pero la final no había hecho más que empezar.

Abalde, dirigiendo y anotando, había sido pieza clave en el despegue, pero Heurtel y Llull no fueron por el mismo camino. Al francés, dos veces MVP de la Copa con el Barça, le costó entrar en la final. Llull está más para ejercer de dinamitero que de director. Con él, el ataque del Madrid carece de fluidez. Si está acertado, oculta esa deficiencia. Si no, los puntos llegan con cuentagotas. Y si delante está la defensa del Barça todo se complica un poco más. La virtud del Madrid fue no descentrarse atrás pese a que en ataque dejó de sumar como en el arranque. En el Barça, salvo un triple de Kuric, los únicos puntos llegaban de los interiores. La defensa propuesta por Laso, liderada por un impecable Taylor, marcaba el ritmo de la final en el descanso (29-18). Lo que hubiera sido un parcial típico del primer cuarto era el balance en el ecuador del partido.

Al Barça no le quedaba otra que subir los decibelios de la final. El Madrid siguió con su apuesta por los cambios defensivos y la pregunta pronto empezó a ser si con un soberbio trabajo para proteger el aro era suficiente para ser campeón. Entonces llegó Mirotic a la final. Como sucedió en semifinales, el ala-pívot reclamó los focos en un momento crítico. Anotó 11 puntos, con dos triples incluidos, y el Barça sintió por primera vez que el viento cambiaba de dirección (39-35). Laso repitió la operación con la dirección del equipo. Primero se la entregó a Heurtel. El base francés anotó un par de canastas por puro talento individual. No tuvo continuidad, pero la defensa mantenía al Madrid por delante (46-41).

Un 0-7 del Barcelona, con triple de Laprovittola incluido, abrió las hostilidades en el tramo decisivo. El Barça se había puesto por delante (46-48) y quedaba claro que el Madrid necesitaba algo más que una gran defensa. Laso sentó a Llull en una tarde aciaga para el capitán. Puso el equipo en manos de Abalde como en el arranque. Cada ataque era un quiero y no puedo. Sin elaboración, cada canasta era un gol. A Laso no le quedó otra que reclamar a Heurtel. El francés restauró el equilibrio con cuatro minutos por delante (51-51). Pero al Madrid le surgió un problema inesperado: Rokas Jokubaitis. El base lituano se inventó dos jugadas seguidas de canasta y adicional (53-57). En medio de un carrusel de cambios frenético y un intervencionismo desmedido de los técnicos, el Barça siguió sumando (53-59 a 2:20). Heurtel y Llull impulsaron un parcial 6-0 para dejar todo pendiente del último minuto (59-59). Ahí expiró el Madrid. Cuatro tiros libres de Mirotic y uno de Davies certificaron el título azulgrana.

59. Real Madrid (19+10+17+13): Abalde (8), Taylor (2), Deck (8), Yabusele (4) y Poirier (4) -quinteto titular- Tavares (5), Hanga (4), Rudy (6), Heurtel (10), Thompkins (3) y Llull (6).

64. Barcelona (5+13+13+23): Calathes (4), Laprovittola (5), Exum (2), Mirotic (19) y Sanli (8) -quinteto titular- Davies (8), Kuric (3), Jokubaitis (12), Martínez (0), Hayes-Davis (0) y Abrines (0).

Árbitros: Pérez Pizarro, Conde y Calatrava. Sin eliminados. Técnica al banquillo del Madrid.

Incidencias: 7.500 espectadores en el Palacio Municipal de Deportes de Granada. Partido correspondiente a la final de la Copa del Rey.

Programa

Cuartos de final: Joventut, 62-Lenovo Tenerife, 64; Real Madrid, 73-Leche Río Breogán, 67; Valencia, 83-UCAM Murcia, 86 y Barcelona, 107-BAXI Manresa, 70.

Semifinales: Real Madrid, 94-Lenovo Tenerife, 74 y Barcelona, 103-UCAM Murcia, 90.

Final: Real Madrid, 59-Barcelona, 64.