Francia
Anna Cruz: «Seré una becaria con treinta y muchos»
Tiene el título de Comunicación Audiovisual y de entrenadora, aunque no se ve ejerciendo pronto. De momento, le preocupa Letonia.
Tiene el título de Comunicación Audiovisual y de entrenadora, aunque no se ve ejerciendo pronto. De momento, le preocupa Letonia.
Campeona de la WNBA, campeona este año de la Euroliga, licenciada en Comunicación Audiovisual, máster en periodismo deportivo, con carnet de entrenadora de segundo año, autora de la histórica canasta ante Turquía en cuartos de los Juegos de Río... Anna Cruz (27-10-1986, Barcelona) es una pieza clave de la Selección que hoy (18:00, Teledeporte) se juega el pase a semifinales del Eurobasket contra Letonia.
–¿El cambio de formato del torneo y la presencia de Sancho Lyttle en lugar de Astou Ndour hacen muy diferente el torneo?
–Es más corto, más rápido y requiere más concentración, pero nos adaptamos a todo. Y tanto Sancho como Astou se adaptan bien a nuestro juego. Con Sancho somos un poco más interiores.
–En su currículum hay dos bronces europeos...
–La idea es mejorarlos. Me encantaría ganar un oro con la Selección porque no lo he hecho, pero el nivel es muy alto. Hay muchas selecciones candidatas, aunque algunas de las favoritas hayan caído en octavos.
–Todo el mundo contaba con un cruce en cuartos con Serbia (oro hace dos años) o Francia (subcampeona) y aparece Letonia.
–En teoría, mucho mejor, pero se acaban de cargar a las campeonas de Europa. Hay que respetar a todo el mundo porque hay equipos sin mucho nombre o que no estamos acostumbrados a que estén en el podio y que tienen buenas jugadoras, han formado un buen grupo, son sólidas... Las letonas son muy aguerridas, defienden muy bien, tienen buenas exteriores, quizá no tengan un estrellón, pero son muy peligrosas porque todas aportan y estarán con mucha confianza.
–De los últimos cuartos de final de la Selección (canasta de Anna Cruz en el último segundo en los Juegos ante Turquía) no se ha olvidado nadie...
–(Risas). Esperemos que no se repita un final tan agónico y lleguemos un poquito más sobradas al final.
–¿Cuándo fue la primera y la última vez que vio repetida la canasta contra las turcas?
–La primera, el día siguiente en la Villa Olímpica. Me di cuenta de la repercusión que tuvo porque estaba en todos los lados. Y la última fue hace poco, con Leticia en la habitación. Me dijo «mira el tiro tía, mira el tiro».
–Este año ha pasado de Oremburgo a Kursk, del Nadezhda al Dynamo, ¿mucho cambio?
–Ya hablo algo de ruso, palabras sueltas, lo justo para defenderme un poco, pero no controlo demasiado. En Oremburg estuve tres años y me encontré muy bien. Este año todo ha ido sobre ruedas, los rusos nos tratan muy bien, aunque el clima no acompaña. Todo es un poco solitario, pero los viajes y los partidos tampoco te dejan mucho tiempo y el poco que me quedaba lo he dedicado a sacarme el título de entrenadora de segundo nivel.
–¿Se ve más de periodista o de entrenadora?
–(Risas). Pues no lo sé. De cualquiera de las dos cosas sería una becaria con treinta y muchos.
–En Kursk, su entrenador era también Lucas Mondelo. ¿Cómo se lleva estar todo el año con el mismo técnico?
–Se lleva como se puede (más risas). No, la verdad es que bien, aunque no nos ha dado tiempo a echarnos de menos. La Selección es como una prolongación de la temporada.
–¿Fue muy diferente ganar la Euroliga a ganar el anillo?
–Sí porque el anillo lo ganamos en casa, lo celebramos con nuestros fans, con 20.000 personas viendo el partido... En Euroliga había llegado a tres finales y las había perdido. Además, este año que he estado con molestias y he sufrido bastante, sabe mucho mejor.
–Los problemas físicos, ¿han sido los que le han llevado a renunciar a la WNBA?
–Sí. El cuerpo me ha empezado a mandar señales de que no podía aguantar otro año más empalmando competiciones. Éste iba a ser el cuarto y tanto mental como físicamente me va a venir bien descansar.
–Después de tres años sin vacaciones, la imagino con ganas de desconectar...
–Sí porque las vacaciones todavía no han llegado. Tuve diez días entre Rusia y la Selección, pero entre que llegas a casa y que no tienes que perder el tono físico para llegar a la concentración... Después de tres años, a partir del lunes tendré vacaciones.
–¿Se imagina con 37 años en la Selección como Laia Palau?
–Lo de ella es espectacular. No sé si llegaré a su edad con su vitalidad y energía y eso que ella dice que sufre y que lo pasa mal jugando, pero las demás no se lo notamos porque va siempre a una velocidad endiablada.
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