Crisis española en la NBA

No corren buenos tiempos para los españoles en la NBA. A la lesión de Gasol y la marcha de Claver al filial de los Trail Blazers ahora hay que añadir la complicada situación de Calderón en los Raptors. «Se van acabando las palabras. Cada vez me cuesta más escribir después de cada partido». Una frase lapidaria del propio jugador que encendía todas las alarmas sobre su estado anímico y que volvía a llenar el ambiente de rumores sobre posibles traspasos y malentendidos. Su equipo, los Toronto Raptors, volvieron a perder –esta vez ante los Clippers (102-83)– y sumaron su decimoséptima derrota de la temporada. Algo que para un ganador nato, que ha celebrado sus 500 partidos en la NBA, se hace más que cuesta arriba. No extraña entonces que su mirada ya esté puesta en el horizonte; exactamente en el mes de junio, cuando termina su contrato con la franquicia canadiense y queda libre para buscar un nuevo destino: «Cuando acabe, tomaré mis propias decisiones».

Su compatriota y amigo Pau Gasol es, sin duda, quien mejor puede entender lo que está sintiendo Calderón; él también convive con los rumores de una posible cesión. El pívot de los Lakers, que últimamente acompaña a su equipo desde el banquillo y recibe más críticas que elogios, ha tenido que sufrir, además de los toques de atención de los directivos de la franquicia por no adaptarse del todo al estilo D'Antoni, el rapapolvo que su buen amigo Kobe Bryant le dedicó ante la Prensa para «apretarle las tuercas» y exigirle más.

Cuando Pau Gasol dio el gran salto a las canchas estadounidenses en 2001, abrió la veda para el resto de españoles. Muchos son los jugadores que, en los últimos años, han seguido su estela. Pero, como en toda buena historia que se precie, no todo son sonrisas. El éxito tiene un precio; y si lo que se pretende es brillar cada noche en la mejor liga de baloncesto del mundo, los intereses que hay que pagar son altos. No sólo es Calderón el que puede dar buena cuenta de ello. Víctor Claver juega con el «filial» de los Blazers en la Liga de Desarrollo. Un lugar donde, según su equipo, debe ponerse a punto para llegar a un nivel más alto. Claver ha aumentado en apenas dos semanas su velocidad de crucero, y en su último partido anotó 15 puntos y firmó siete rebotes. Aunque ha conseguido ser indiscutible en la liga nodriza de la NBA, el ala-pívot confiesa que no era esto lo que se imaginaba «al llegar a Estados Unidos».Lo de Ibaka y Marc es otro cantar. Ellos, por el momento, son parte esencial de sus equipos y suman grandes números. Pero en esto del deporte, ya se sabe...