Arranca la temporada de esquí con euforia

El puente de la Purísima augura un arranque de temporada excelente para las estaciones de esquí catalanas, que de nuevo serán el destino preferido para este fin de semana largo, en el que se prevé un lleno de esquiadores. El sector está eufórico con las previsiones de cara a este puente puesto que todas las estaciones de esquí han podido abrir sus pistas y la meteorología se presenta muy favorable, en contraste con lo que sucedió el año pasado por estas mismas fechas , cuando la falta de nieve obligó a mantener cerradas la mayoría de pistas. En esta línea se expresaba ayer el director de la Asociación Catalana de Estaciones de Montaña (ACEM), Joaquín Alsina, quien señalaba además que el puente de la Purísima «es fundamental en el balance de la temporada de esquí», puesto que representa entre el 10 y el 13% del total de esquiadores y de la facturación anual. Así pues, todo indica que las estaciones dan este fin de semana el pistoletazo de salida a una buena temporada, en la que Alsina prevé que se podría alcanzar los 2 millones de esquiadores, frente a los cerca de 1,9 millones del año pasado. Una gran noticia para el sector, sobre todo si se tiene en cuenta que las inversiones realizadas para poner a punto las estaciones de esquí catalanas esta temporada ha sido de 13 millones de euros.

Aumenta la ocupación Pero la presencia de la nieve durante este puente no es sólo una ración de Turismo Rural y Agroturismo de Cataluña (Turalcat) confirman la misma tendencia en lo que se refiere a las casas de turismo rural, que durante el puente de la Purísima se prevé que alcancen una ocupación cercana al 90%.

Las 16 estaciones de esquí catalanas esperan una gran afluencia de visitantes de toda España gran noticia para los operadores de las estaciones, sino que también supone un beneficio para el sector hotelero del interior, como confirman los datos recogidos por la Federación de Hostelería de Lleida. Según su presidente, Juan Antonio Serrano, «el puente se presenta con muy buenas perspectivas», ya que se prevé una ocupación superior al 90% en las zonas de influencia de las pistas de esquí y una media del 80% en el Pirineo catalán.