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Cara a cara con Alfredo Duro y Carme Barceló

La Razón
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¿Quieres entradas para Lisboa?, por Alfredo Duro

Supongo que estarás superada por las miles de peticiones de entradas para Lisboa. Digo yo que tanto desfile como has protagonizado luciendo todo tipo de colores te habrá servido para verte representada en el partido más importante del mundo, que tú no vas a jugar, Carme, tras un año que se te ha ido a pique de la manera más bochornosa. Tú te has convertido en una de las más reconocidas coleccionistas de camisetas. De la azulgrana a la roja del Bayern, pasando por la azul del Schalke, la amarilla del Borussia y la rojiblanca del Atlético. Una pena: este año lo tuyo es... el negro.

-Pep, hecho trizas

Un negro de riguroso luto por tantas desgracias que tú te has ido buscando. La más importante, la de comprobar cómo el Madrid ha hecho trizas al Bayern de tu idolatrado Guardiola, mandando al infierno esa estética mentirosa de toque y pasecito que ya es historia. ¿El culpable? Un entrenador que no se ha cansado de dar lecciones sobre cómo gestionar el tipo de fútbol que exigen estos tiempos de cambio. Fútbol robusto y poderoso. De agresividad y pegada. En el que la velocidad y la contundencia conviven con un vértigo imparable. Ese técnico se llama Carlo Ancelotti y se ha convertido, como diría tu gran amor de los banquillos, en el nuevo «p... amo».

-El desencuentro de Leo

Pero mientras en Madrid –capital mundial del mejor fútbol que hoy existe– se desata la locura por estar en Lisboa, en Barcelona se suceden las intrigas y sospechas. El Tata y Zubizarreta se han convertido en trofeos de caza menor por vuestra falta de valor para ir a por la caza mayor: Messi. Ya no se trata solamente de las increíbles piruetas que Leo protagoniza con Hacienda para solucionar sus problemas. Ya no pueden esconderse sus desencuentros con el Barça y a partir de aquí, ya lo sabes tú, todo es posible. Nada que ver con los días de vino y rosas que el madridismo vive y seguirá viviendo eternamente con Cristiano. Un portugués que siempre vestirá de blanco y que pronto viajará a la capital de su país para alargar la leyenda. Sí, Carme, Lisboa. ¿No querrás entradas, verdad?

Mi apoyo al Atlético en la final, por Carme Barceló

Lo digo en la intimidad y lo confieso en público: mis debilidades futbolísticas son el Barça, el Mallorca y el Atleti. Del primero sólo falta que me hagan las pruebas del ADN por si algún extraterrestre lo duda, porque creo que todo el mundo lo sabe. El segundo es una cuestión de familia y de vivirlo y trabajarlo aquellos años gloriosos de Ezaki, Hassan y el «Tronquito» Magdaleno y algún descenso. Y el tercero, porque me gusta la esencia, su gente e incluso sus «pupas», como ayer. No necesito entrada para Lisboa, pero mi apoyo lo tienen desde ya. Abrazo el «cholismo», el «diegocostismo», el colchonerismo y todo lo que huela a trabajo, humildad, sangre, sudor... y lágrimas. Por su gran temporada y su actitud, el Atlético merece esta «Champions», y hasta la Liga, a pesar del tropezón de ayer en el campo del Levante.

-Injustos con Pep

Feo, feo, feo ese ataque indiscriminado a Guardiola de los de fuera y de algunos de los de dentro. Cuántos tuits, artículos y discursos tenía guardados más de uno esperando el momento. Mala cosa cuando no son los vecinos los que te roban el felpudo de la puerta sino la propia familia. Negarle a Pep su CV es como darle una patada al diccionario diciendo «haiga». Más allá de su talante personal –no pertenezco ni a su lobby, ni a su club de fans ni me cae especialmente bien– aplaudo hasta hacerme callos su fantástico trabajo en el Barça, sus 16 títulos en 5 años y, dedicado a los amantes del tema, esa pléyade de jugadores que conforman la columna vertebral de la Selección española.

-Messi, hoy y siempre

Yo comprendo, querido Duro, que escueza el hecho de que el mejor jugador del mundo no sólo cobre de su equipo sino que además sienta los colores. Eso le pasa a Messi y no le sucede a Cristiano, por poner un ejemplo. A Leo le duele el Barça, le pone, le alegra y le quita el sueño. Como ahora. Es el primero en liderar el cambio que viene. Así lo ha dicho y así será. Messi NO se irá. Se queda en su casa. Uno para todos y todos para uno.