Caso Arandina: En busca de un vídeo que quizá no exista

La grabación de lo sucedido entre los jugadores de la Arandina y la menor que los denunció por abusos no aparece en el auto judicial.

El vídeo que supuestamente recogía lo sucedido entre los tres jugadores de la Arandina ahora en prisión provisional y la menor de 15 años de la que presuntamente abusaron es la prueba que busca ahora la Policía Nacional. En el auto no aparece, tampoco en la denuncia ni en el atestado policial, según informa la cadena Ser. Sí aparecen, en cambio, conversaciones de whatsapp entre la denunciante y amigas en las que comenta su relación con los acusados. En Aranda cuentan que la chica alardeaba de conocer a los futbolistas del equipo local y de tener relación con ellos.

«A nosotros no nos ha llegado nada ni de vídeos de fotos», comenta en Antena 3 el capitán del equipo, Rubén Sanz «Ruba». «El vestuario está tocado», dice el entrenador de la Arandina, Diego Rojas, que reconoce que ha tenido que actuar como psicólogo durante esta semana. «La mejor acción es hablar cuando alguien está mal y la mejor terapia es hablar entre ellos mismos. Tenemos que apoyarnos y estar lo más juntos posible», asume el preparador del equipo. Rojas ya había coincidido con el guardameta Viti en el Villaralbo y destaca «sus ganas y profesionalidad». «Son chicos magníficos que siempre están gastando bromas y nunca se toman nada a malas», explica Ruba.

El informe forense resultado del reconocimiento médico al que fue sometida la presunta víctima asegura que no se observan lesiones, según la cadena Ser. Lo cierto es que habían pasado varios días desde los hechos, que según el auto judicial sucedieron el pasado 24 de noviembre. El auto señala que la joven no entró en contradicciones al prestar declaración y que, según relata, había conocido a uno de ellos a través de las redes sociales. Fue ese futbolista el que la invitó a subir al piso, al que llegaron posteriormente los dos compañeros de equipo.

Según el relato de la chica, los jugadores de la Arandina apagaron las luces y en ese momento comenzaron a desnudarla a pesar de su oposición. Fue obligada a realizar varias prácticas sexuales mientras los acusados la agarraban de las manos y de la nuca. Señala a uno de ellos, que se tumbó encima de ella al caer sobre una cama, como el único que aprovechó para penetrarla vaginalmente.

El Ayuntamiento de Aranda ha condenado los hechos y ha puesto a disposición de la menor «todos los recursos de carácter social y jurídico que sean necesarios».