«A Sergio Ramos hay que hacerle una estatua ya»

Locura absoluta en la Puerta 55 tras la victoria ante el Betis con otro gol del capitán, Sergio Ramos. Se desató el éxtasis total. Y una masificación exagerada ante el micro y la cámara de «El Chiringuito». Después de un pinchazo del Barça, los triunfos saben todavía mejor. Y si encima el gol decisivo lo marca Ramos, ya es el acabóse.

- «Es el Rey»

Apenas se podía hablar. El madridismo estaba rendido a su capitán con cánticos como «Sergio, Sergio... ¡Ramos! ¡Ramos!» o «¡Y marca un gol! ¡Y marca un gol! ¡Y Sergio Ramos marca un gol!». Algunos llevaban hasta pósters del camero que se habían repartido en los aledaños del estadio. Otros pedían «una estatua para Ramos en el Bernabéu. No entiendo que no esté hecha ya». Para Rafa, un socio merengue, el central sevillano es «el salvador, el Rey... es Dios». No quito ni pongo nada, amigo. Sergio es todo eso y mucho más.

- «Ya está bien de pitar»

El fallo de Keylor Navas trajo también el debate a la 55. Para Mario, «ya está bien de pitar a uno del equipo por mucho que falle. Ya pasó lo mismo con Iker». Otros, como Carlos, me decían que «es el momento de Kiko Casilla». Pero la gran mayoría destacaba su «paradón en el último minuto» y coincidían en que es malo para el equipo «ponerle más nervioso con los pitos». Yo defendía con Iker que es mejor no pitar y con Keylor hago lo mismo. Pero dicho esto, hay que ir mirando qué le ocurre. Es preocupante.

- Aytekin, presente

Aytekin, el infame árbitro del Barça-PSG, estuvo muy presente. «El batacazo que se han dado en Riazor ha sido el karma, Nacho. El Dios del fútbol es justo», me decía Juan Luis, peñista veterano. Algunos, como Dani, vieron «exceso de confianza». Y todo entre cánticos de «¿Dónde está la MSN?» y mucho cachondeo. Ha sido un fin de semana redondo para el Madrid. Y hay que recordar que lo único que hizo el miércoles el Barcelona fue pasar a cuartos. Y por el árbitro. No han ganado nada.

- «Las cosas, en su sitio»

Se sufrió, pero el Madrid recuperó el liderato. La felicidad ha vuelto al Bernabéu. «Las cosas vuelven a estar en su sitio, Nachete», me decía Francis, socio madridista. «Volvemos a mirar desde arriba y con un partido menos, y estamos en cuartos de Champions. Donde queríamos». Cierto, amigo. Es verdad que el Madrid no está desplegando su mejor juego, pero hay una máxima en el fútbol: si no estás jugando bien, por lo menos que acompañen los resultados. ¡Ah! Y Ramos no merece una estatua, sino dos. No hay dinero para pagarle. Poco importa si el apellido es Ramos o Llull. Los Sergios juegan en el Madrid.