Atlético de Madrid
Adaptarse a los nuevos tiempos
Cualquier tiempo pasado fue mejor, lo sé, Damián, pero hay que adaptarse a una cruda realidad: los euros le están comiendo a los sentimientos en los clubes. Y la llegada de Wanda al Atlético de Madrid es otra prueba clara y evidente de que la practicidad empieza a ganar a quienes como tú seguís anclados en el romanticismo del fútbol. Y esto no lo digo como una crítica, sino con mucha pena, porque yo era uno de los vuestros. Pero me he dado de bruces con la auténtica realidad.
Los inversores
Todos en el Atlético de Madrid querían un nuevo estadio que tuviese un nombre con raíces rojiblancas, como Luis Aragonés, pero en lo más alto del nuevo estadio se verán las letras de los inversores del grupo Wanda, que, desgraciadamente, no saben nada de la histórica colchonera y sólo ven el negocio de un equipo que en estos momentos brilla tanto en España como en Europa. Pero hay que relajarse y disfrutar, y se lo digo a mis buenos amigos atléticos. El equipo seguirá ganando y también estoy convencido de que dará muchas alegrías deportivas en su nueva casa y con su nuevo escudo. Eso es lo que hay que pensar una vez que el tiempo cure las heridas.
«Al Wanda»
Aún así, la historia que protagonizaron Vicente Calderón y Luis Aragonés continuará siempre en los corazones rojiblancos con letras de oro y como lo que son: dos leyendas inmortales. Pero ahora os tenéis que ir acostumbrando a decir cuando vayáis al fútbol que esta tarde o esta noche juega el Atlético en el estadio Wanda. Así es la vida, querido, no se le pueden poner puertas «a la mar». Para los románticos como tú, corren ya tiempos distintos en el mundo del fútbol. Siempre nos quedará el balón, porque éste, y eso es verdad, Damián, nunca negociará con nadie.
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