F. C. Barcelona
Cara a cara: ¿Volverá a fracasar Messi en la Champions?
De Cibeles...A Canaletas
► José Luis Sánchez: Sí, en Europa sólo torea novillos
Querida Carme, me parece enternecedora la defensa que haces de Leo Messi. Siempre dispuestos a tapar sus fracasos. Es la hora de la verdad, el momento de demostrar que es diferente a los demás, cuando se separa a los héroes de la gente corriente. Aparecen los cuartos de final, su kriptonita, pero lo hace tranquilo porque sabe que siempre aparecerá alguien para culpar a Valverde, el césped de turno, un aspersor o al propio Puigdemont antes que a él.
Excusas
Os estoy viendo venir y si el Manchester United de Solskjaer hace su trabajo ya tenéis excusa: el pubis de Messi. De momento, se ha vuelto a borrar de liderar a Argentina. Vino a Madrid, presentó la camiseta, le prepararon un vídeo faltando al respeto al verdadero icono de la albiceleste (Maradona), jugó, perdió... y se borró. No es nuevo, sabe que siempre encontrará gente agradecida, como mi querida Carme. Ese pubis tiene en vilo al barcelonismo. Ya no saben si es una excusa, si es verdad, si se está tapando el fracaso antes de consumarlo, no vayan a aparecer Pogba y Rashford y monten tal lío... que a Leo no le quede otra que rezarle al pubis.
Obligado a ganarla
Cuando se habla de Cristiano Ronaldo y Messi siempre se reduce el debate al talento del argentino. ¡Cómo si el futbolista portugués jugara a los bolos! Ronaldo es mejor porque torea con ganaderías de prestigio y consigue faenas de puerta grande una tras otra. En el momento en que Messi deja de tener novillos enfrente termina empitonado. Han pasado morlacos de bajarle la muleta y a Messi le ha fallado la faena y el estoque. Asúmelo Carme, sólo vale ganar la Champions para Messi, lo demás sería el enésimo fracaso del argentino con el Barça. Que conste que nadie le impuso la presión que tiene ahora, fue él sólo en pretemporada. ¿Te acuerdas? Si no, ya te refresco la memoria amiga.
► Carme Barceló: No, la ganará en el Metropolitano
Quien espera, desespera, querido Sánchez. Le buscáis la vuelta, el mínimo error y la salida de tono en el césped en las competiciones europeas. Ahí, sus resultados presentes son demoledores. Como en este continente no conseguís encontrarle mácula, lo buscáis en Argentina. Y allí, cierto es, el decorado es casi perfecto para vosotros. A Messi no le va bien con su selección. Cierto. Pero debemos analizar el porqué y, sobre todo, no vincularlo a su buen hacer en Liga, Copa y Champions. Son contextos muy diferentes y niveles abismales. Leo lleva una velocidad de crucero en Europa que lo va a llevar al Metropolitano. Este Barça y este capitán desean, luchan y trabajan por la «Copa más linda». Otros no pueden decir lo mismo. Cómo duele...
Tapar el sol con un dedo
Messi solo no puede. Lo sabes tú y lo sabe el mundo, compañero. Scaloni y los jugadores de la selección argentina no han dado la talla una vez más. No es que no sepa, no es que no quiera... es que no hay más. La «Messidependencia» vive en Argentina, no en Barcelona. Tras nueve meses alejado de los suyos, Messi volvió con ilusión y se dio de bruces con la realidad. Pocos mimbres y una actitud enquistada de derrota que nada tienen que ver con Leo. Pretender que él sea el linimento de todos los males es un grave error.
Champions y pubis
Si alguien sabe dosificar los tiempos, es Messi. Con 30 años y cientos de goles, asistencias, títulos, «hat tricks» y balones de oro, nadie como él para gestionar la felicidad que le supone jugar en el FC Barcelona y la carga de su pubis. La presión que le supone jugar con la albiceleste no ayuda, pero no entorpece. Es más culé que el escudo y es el más consciente del compromiso personal y grupal que ha adquirido con el Barça y su afición. Lo siento, pero él tiene muchos números para estar el 1 de junio en Madrid. Haz acopio de palomitas, querido.
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