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El chiringuito de Pedrerol: ¡Que tiemblen! Ha vuelto Bale

Regresó después de 88 días sin escatimar esfuerzos, dándose la carrera del partido y marcando. Con él, la BBC está al completo en el tramo más importante.

Bale cuida especialmente a los más importantes: los aficionados
Bale cuida especialmente a los más importantes: los aficionadoslarazon

Regresó después de 88 días sin escatimar esfuerzos, dándose la carrera del partido y marcando. Con él, la BBC está al completo en el tramo más importante.

El madridismo estaba deseando su vuelta y ha llegado justo en el mejor momento. Bale regresó a los terrenos de juego en el tramo más importante de la temporada, y lo hizo como si no se hubiera ido durante tres meses: desbordando, sembrando el pánico en la defensa rival y marcando. El Bernabéu lo celebró a lo grande porque sabe que es un jugador importantísimo para intentar conseguir Liga y Champions.

Importante para Nápoles

El galés ha regresado justo antes de la vuelta ante el Nápoles en lo que será una visita complicadísima al estadio de San Paolo. El 3-1 es engañoso. Sin duda es un gran resultado después de ponerse el partido del Bernabéu 0-1, pero ellos lograron ese gol y las cosas se pueden complicar mucho en Italia. Por eso es tan importante para Zidane y para el Madrid poder contar con Bale. Es perfecto para meterle miedo al Nápoles. Con sus escapadas, su velocidad, su potencia, su disparo y su tremendo cabezazo, obligará a los italianos dar un paso atrás.

Sin miedo

Lo que hizo ante el Espanyol fue increíble. No sólo por conseguir marcar después de 88 días sin jugar. Tampoco por hacerlo sólo doce minutos después de pisar el campo. Salía de una lesión complicada en el tobillo. Había pasado por el quirófano. Y se vio al Bale de siempre, sin ese miedo que suelen tener metido en la cabeza los que acaban de dejar atrás una situación así. Fue un Bale que no sabe dosificarse, ni reservar energías. Un Bale valiente, que siempre arriesga. Un Bale que se pegó la carrera del partido para sentenciar con un golazo. Un Bale que cuando está sobre el césped, lo da todo. Siempre, en cada partido, le da al Madrid su 100%. Ante el Espanyol, contra el Barcelona o frente al PSG. Da igual. Tampoco grita ni hace gestitos de cara a la galería. Sólo habla en el campo. Es el líder silencioso del Madrid. Normal... ¡apenas habla español! Fuera de bromas, es un profesional ejemplar. Un espejo en el que mirarse para todos sus compañeros. Bale es lo que pide el Bernabéu.

Rendido a la afición

Cuando terminó el partido ante el Espanyol y varios jugadores del Madrid se habían ido ya a vestuarios, Bale seguía en el campo. Se había quedado a aplaudir a la grada, por la que siente un respeto reverencial. Aplaudiendo a todo el Bernabéu. A sus cuatro costados. Como hace siempre, en casa o a miles de kilómetros, en desplazamientos de esos a los que sólo acuden 30 o 40 seguidores que siempre son saludados por Bale al final. Gane o pierda el Madrid. Nunca se olvida de los más importantes en el fútbol, que son los aficionados, a los que cuida especialmente. Eso también es ser muy grande.

Un crack de verdad

Le llamaron atleta. Le dijeron hasta que no sabía jugar al fútbol. Consideraron su precio desorbitado. Y ahí está Bale, que ha contestado con dos Champions en el Madrid y con su fútbol. El de los cracks de verdad. El que desequilibra a los rivales, rompe la pizarra de los mejores entrenadores, el que enciende a tu afición o calla a la del rival, el que es una pesadilla para todos los defensas. El Madrid está de enhorabuena porque es líder, porque tiene un buen resultado para meterse en cuartos de Champions y porque ha vuelto uno de los mejores para completar a la BBC. ¡Que tiemblen!