Equipos Segunda División

El espíritu de los Biris

La Razón
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Que el Sevilla Fútbol Club de los últimos años es un equipo campeón no se discute. Que nuestro estadio ha sido y es un factor más que importante en este equipo campeón tampoco se discute, de la misma forma que no se cuestiona que los Biris han sido durante todos estos años el alma y el corazón del Ramón Sánchez Pizjuán, y que en todos los títulos conquistados en esta última década tienen mucha parte de culpa los Biris.

Generaciones

Por el Gol Norte del Ramón Sánchez Pizjuán hemos pasado todos los sevillistas, desde mi generación hasta la fecha, en más de una ocasión. Y cuando digo todos es todos.Pero ayer, en el partido contra el Villarreal, los Biris no cantaron ni animaron ni llevaron en volandas al equipo hacia la victoria como han hecho tantas y tantas veces.

Ayer, ante un duro y difícil rival como fue el Villarreal, los Biris estuvieron presentes, pero sólo en cuerpo... Y el equipo necesita su alma y su corazón, ese espíritu de estos aficionados que hace (hacía hasta ayer) que nuestro estadio fuese uno de los más temidos por todos los rivales, no sólo en la Liga española sino también en competiciones europeas. Porque sobra recordar el aluvión de éxitos de nuestro equipo en esa Liga Europa que es nuestra casi ya de oficio después de ganarla cinco veces, incluidas las últimas tres consecutivas. Pero ayer, todos echamos de menos ese espíritu de los Biris animando y jaleando desde la grada.

La mancha y el error

Únicamente al acabar el encuentro se les escuchó recriminar la postura de nuestro presidente, José Castro, y aquí se comete un nuevo error. Deberían de haberse manifestado y revelado contra aquellos Biris que en la jornada previa de la Champions contra la Juventus de Turín mancharon sus más de 40 años de historia de amor verdadero a unos colores y a un escudo.

Una día censurable que sólo la fortuna hizo que no viviéramos una tragedia aun mayor... Así que habrá que buscar soluciones. Como dice la canción: «Yo me voy para el Gol Norte en el Sánchez Pizjuán... el del bombo y el del micro no paran de animar... Y sólo se escucha una voz, el Sevilla campeón...». Ése es el espíritu que debe imperar en todos los sevillistas.