Gareth, no tenías que haberte ido

Estamos en pleno parón por la disputa de la nueva competición de la UEFA, la Liga de las Naciones, en la que España ha arrancado fenomenal. Esta pausa en nuestra competición doméstica le puede venir muy bien al Real Madrid porque va a recuperar a algún lesionado, como Marcelo e Isco. Pero existe preocupación en el club por los malos resultados de los últimos veinte días y por la escasez de goles. Por eso Bale es una de las grandes esperanzas blancas este año.

El galés se marchó con molestias en el último duelo ante el Alavés y hubo voces discordantes por haberse ido a la concentración con la selección de su país. Y estando tocado, tendría que haberse quedado en Madrid para acelerar aquí su proceso de recuperación con el ojo puesto en los próximos rivales: Levante, Viktoria Plzen y, por supuesto, el Barça en el Camp Nou. Todo el mundo espera la mejor versión del galés. Pero un jugador de sus características físicas y técnicas necesita estar en las mejores condiciones, también psicológicas, para sostener una preparación idónea y desarrollar a tope sus cualidades.

Gareth debe marcar las diferencias y así empezó el curso, pero todos le exigimos que piense más en el Madrid y que su cabeza deje de darle vueltas a las lesiones. Por ello, en el club suspiran por sus goles y que ponga al servicio del equipo sus virtudes. Por su buen estado de forma pasan muchas de las esperanzas madridistas en esta complicada temporada, tras la marcha de Cristiano Ronaldo. Todos estamos ansiosos porque la estrella de Gales dé un paso al frente con firmeza y regularidad. Y que demuestre de una vez que es uno de los mejores jugadores del mundo. Vuelve hoy, sí. Pero no tenía que haberse ido...