Tira tira: El Atlético está cansado y mira a Londres

La frustrante derrota en Anoeta dejó ya estos coletazos finales del Atlético en algo colateral, aunque no deje de tener su morbo quedar segundos por delante del Madrid, que en asuntos de rivalidad todo cuenta. Así que el Atlético tenía la obligación moral de dar una alegría a su hinchada... con la vista puesta ya en el Arsenal de Wenger, en esa semifinal de la Liga Europa que marcará si la nota final de curso será un suspenso o algo más que un aprobado. El caso es que, como ocurre en otros sitios, el Cholo dejó en el banquillo parte de su arsenal (valga el símil facilón) para medirse el jueves a los de Wenger porque el equipo está cansado.

Estadio a punto

Simeone dio descanso a Godín, a Koke y a Griezmann, a la espera también de que se recupere Diego Costa. Pero mal enemigo era ayer este Betis de Setién, que llegaba enrachado al nuevo Metropolitano ( gran trabajo de los 300 operarios que «curraron» a destajo tras la final de Copa para dejar el estadio listo en menos de 24 horas) y eufórico por su juego, por la derrota humillante de su eterno rival ante el Barça y porque quieren acabar también por delante del vecino.

Partida de ajedrez

Fue mejor el Betis a los puntos en ese choque de estilos entre el gusto por el toque de Setién contra el más directo de Simeone, que está probando cosas como jugar a las «tres en raya» (tres centrales), con dos carrileros. El problema es que uno de ellos es el polivalente Saúl, que cumple en todos los sitios geográficos del campo, pero que se maneja mejor cuando se le suelta para que utilice su llegada y su disparo. Luego Simeone pasó del 3-5-1 a un 4-4-2, liberó a Saúl y se notó. Y echó mano de Griezmann y Koke, aunque todo acabó en tablas. Como en una partida de ajedrez, ese juego en el que Setién, por cierto, es un maestro.