Un Atlético duro de pelar

El Atlético quería vivir una tarde si no plácida sí de transición hacia su gran duelo del jueves en el Metropolitano contra el Arsenal, pero «que si quieres arroz, Catalina». Se había dejado el Cholo en remojo y aguas termales en Madrid a Oblak, Griezmann y Saúl para evitar algún inoportuno contratiempo físico y el partido le dio la razón.

Porque el choque comenzó siendo áspero, canchero, duro. Pero este Atlético, que a veces juega bien, otras muchas no tanto, y que en ocasiones desespera, tiene algo muy de película de Clint Eastwood, que es duro de pelar. Y volvió a sacar adelante otra batalla. Apostó Simeone esta vez por un once de ataque, con Torres y Diego Costa arriba y Correa y Vitolo en los flancos, pero fue el Alavés el que arrancó rompiendo las costuras tácticas del equipo. Poniéndole más intensidad y peligro en sus ataques. El joven portero Werner también empezó algo dubitativo, aunque poco a poco fue serenándose. Como «piano piano» se fueron corrigiendo más cosas. El Cholo, atento y listo, cambió el curso de los acontecimientos probando con línea de tres centrales, uno de ellos el lateral Vrsaljko junto a Savic y un enorme y rápido Lucas. Eso permitió a Thomas y Vitolo abrirse en las bandas como carrileros largos y voltear el partido.

Hubo momentos para las polémicas, tres acciones de posibles penaltis que decidirían el partido. El árbitro no vio pena máxima en un choque de Lucas con Munir que pudo serlo, y sí señaló los dos muy claros que cometió Wakaso, el primero fallado por Torres y el segundo ejecutado por Gameiro. Así que el Atlético sigue erre que erre, combativo y difícil de derribar reafirmando su segunda plaza en la Liga... y ya con todos los ojos puestos en el jueves ante el Arsenal. ¡Que vibre también el Wanda Metropolitano!