Selección Española
Un subidón de ego
La victoria de la Selección en Wembley devuelve a España la autoestima que perdió tras caer en Rusia. Luis Enrique ha imprimido su carácter al nuevo grupo, ha conectado con los futbolistas y ha encontrado en Saúl al jugador que más le representa
La victoria de la Selección en Wembley devuelve a España la autoestima que perdió tras caer en Rusia. Luis Enrique ha imprimido su carácter al nuevo grupo, ha conectado con los futbolistas y ha encontrado en Saúl al jugador que más le representa
Wembley y contra una de las selecciones que más avanzó en el Mundial de Rusia. No era un comienzo sencillo para la España de Luis Enrique, pero pasó la prueba con nota, remontando y llevándose la victoria de un estadio en el que de las otras ocho veces que había jugado, sólo había vencido en una. Fue una Selección más vertical, con más confianzan en sí misma y que recuperó a algunos jugadores.
Manda Luis Enrique
«Es un entrenador metódico, valiente y con una capacidad tremenda, es un ganador y un luchador excepcional», decía ayer Rubiales, presidente de la Federación, acerca de su gran apuesta. Estaba contento el máximo mandatario del fútbol español porque ha empezado con buen pie su apuesta. Luis Enrique ha empezado dejando claro cómo va a ser esta nueva España. Él manda, pone algunas reglas, que parece que se habían relajado, pero se apoya en los futbolistas. España va a ser menos paciente, pero va a querer el balón. Está bien, pero necesitaba una victoria para que se le diese la razón. Ganó, lo que ayuda a que pueda trabajar con más tranquilidad. Y, además, el partido sirvió para que algunos jugadores recuperasen la autoestima.
De Gea paró
Antes del encuentro, Luis Enrique dejó muy claro en la conferencia de Prensa que no tenía ninguna duda en quién iba a ocupar la portería de la Selección. Pero no dijo ningún nombre. Las dudas, en realidad, eran una cuestión periodística y de rumores porque por lo visto, el entrenador va a ser continuista y va a respetar la jerarquía del portero del Manchester United. De Gea, que en el Mundial de Rusia fue uno de los señalados por su pobre actuación, apareció en Wembley para salvar a España y para demostrar a todo el mundo que es mucho mejor guardameta de lo que los «memes» y los chistes que corren por Whatsapp dejaban entender.
Saúl se apunta
Pocos jugadores encajan tan bién en el perfil que quiere Luis Enrique como el centrocampista rojiblanco. Un futbolista sin fin, de área a área, que aparace oportunamente para hacer gol y no tienen ningún problema en defender. El tipo de futbolista que aporta mucho a cualquier equipo que pretenda ser más eficaz que retórico. Saúl, que podía estar de más en un centro del campo de mucho toque, puede que haya encontrado su sitio en la nueva España que se vislumbra con Luis Enrique al mando.
Una evolución
No se puede hablar, en un partido, de una revolución. Tampoco lo intentó el entrenador asturiano. Diez de los once titulares estuvieron en el Mundial. «Todas las opiniones con respeto valen y yo tengo la mía. Considero que hay evolución, que estamos expuestos a cambios y que contamos con gente nueva que viene con mucha ilusión. De hecho, en esta convocatoria aparecen 10 jugadores que no estuvieron en el Mundial. Los años pasan para todos», decía Rubiales, presidente de la Federación desde Murcia, donde llegó ayer. Rubiales pedía que no nos volviéramos locos con el entusiasmo: «Hay que tener prudencia y humildad porque en la alta competición no se puede sacar pecho».
Ramos: «Modric se merece el The Best. Otros tienen más marketing»
Sergio Ramos es capitán de la Selección y también del Real Madrid. A tiempo completo. Por eso, después de la victoria de España, contesto a preguntas sobre Modric y si puede ganar el The Best en dos semanas. «Ya se verá el ganador. Es un gran amigo y, además, hay pocos jugadores de los que me sienta tan orgulloso de tenerlo en mi equipo. Es un grandísimo crack. Es de los pocos que (si lo gana) me alegraría como si me lo diesen a mí. Quizás hay jugadores con más marketing, con más nombre, pero Modric se merece ese galardón», aseguró en la zona mixta de Wembley. El defensa madridista fue pitado en el encuentro, cada vez que tocaba el balón, como castigo de la grada por la acción con Salah en la final de la pasada Liga de Campeones, en la que el jugador egipcio del Liverpool terminó lesionado. «Uno se intenta evadir. Me hubiese gustado otro recibimiento, porque la gente se queda con la acción puntual de la final y nadie se acuerda de las amenazas de muerte que ha recibido mi familia. Es un tema muy delicado».