Cómo ganar a Froome

Alberto Contador y Nairo Quintana se resisten a dar por perdido el Tour y prometen batalla en Los Alpes.

Para todo el resignado aficionado que enciende el televisor con la seguridad de asistir en las próximas horas al enésimo recital de Froome, para ese seguidor impotente ante la posibilidad de ver a otro que no sea el africano vencedor en París, para ese amante del ciclismo, ver a Contador en el podio de los Campos Elíseos podría saldarse como un buen resultado, todo un mérito para quien vaya un poquito más allá y se remonte a su conquista del Giro y su sobreesfuerzo y cansancio al llegar a Francia con la «corsa rosa» en las piernas. Está bien un podio, dicen. El entorno de Contador sabe que eso es insuficiente, nada. Que casi es mejor que no esté en el cajón si no viste él de amarillo.

Alberto es insaciable. Siempre con hambre de victorias. No le vale ser segundo. «Quiero ganar». Para eso está en el Tour. «Soy inconformista. Mi objetivo al empezar la carrera no era otro que la victoria». Y sigue siendo, por muy imposible que sea. «No me conformo con el podio». Alberto quiere guerra.

Se acuesta todas las noches pensando en la Vuelta de 2012. Aquella que parecía escrita con el nombre de Joaquín Rodríguez, el hombre más fuerte aquel año, y que acabó ganando él gracias a la acción más bella que recuerda la historia del ciclismo moderno. Ése es el espíritu. El espíritu de Fuente Dé. «Es difícil repetir aquello, pero tengo que estar atento y aprovechar las oportunidades que puedan venir».

Su cuerpo le pide que pare, le suplica que le dé una tregua después de enlazar el Giro y el Tour. «Me pide relajarme, que desconecte», revela. Pero su corazón le dice que siga luchando hasta el final por la victoria. Porque el resto no cuenta. «Para eso estoy aquí y para eso me he preparado tanto. La situación no es la que me gustaría; pero las circunstancias mandan. Sé que el doblete está complicado; iré día a día». De entrada, Contador ya se lleva una lección de este 2015: «Si no tuviera el Giro encima, las cosas serían diferentes. Creo que no intentaré más el doblete. No porque crea que no se puede conseguir, sino porque el Giro fue muy exigente y el Tour está teniendo mucho nivel».

En París se acabará la temporada de Alberto Contador. La de Froome parece que no, se plantea correr la Vuelta. allí volverá a verse las caras con Nairo Quintana y Alejandro Valverde y el colombiano parece citar al líder del Sky en Marbella para darle su revancha, pues el Tour no hay forma de ganárselo. «Ser segundo no sería un fracaso, sino todo un honor». Pero aún queda mucho Tour. Eso dice Quintana. «Y yo tengo a mi lado a Valverde, que es un compañero increíble, está siendo muy regular, y con él podemos jugar a la táctica».

Despistar a Froome. Ésa parece la fórmula del líder del Movistar. «Me encanta el Alpe d’Huez», avisa. «He entrenado y corrido sobre sus rampas y es una subida que aprecio mucho. Aún me duele haber perdido minuto y medio en la primera semana por circunstancias y no por cuestión física», se lamenta, «y aunque en Plateau de Beille estuvo más fuerte que yo, yo fui más fuerte que el resto. Lucharemos para ganar», concluye.

Purito y Samuel Sánchez renuevan

A los pies de los Alpes llegaron los agentes con un contrato bajo el brazo y el hueco para la firma en blanco. Purito Rodríguez había dicho que el acuerdo estaba verbalmente cerrado. Firmó un año más con Katusha, y Samuel Sánchez, con BMC.