Giro de Italia

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Visconti logra la cuarta etapa para Movistar, Nibali sigue de rosa

El italiano Giovanni Visconti prolongó la fiesta del Movistar español al lograr la cuarta etapa del equipo español en este Giro de Italia, y la segunda particular después de su éxito en el Galibier, en una jornada que mantuvo a su compatriota Vincenzo Nibali (Astana) con la maglia rosa de líder.

Visconti, que hizo en solitario los últimos 18 kilómetros tras atacar en el ascenso al Crosara y coronar en solitario, tuvo fuerza para mantener un puñado de segundos en el pulso con todo el pelotón que buscaba el esprint.

El siciliano cruzó la línea de meta de la decimoséptima etapa entre Caravaggio y Vicenza, de 214 kilómetros, con un adelanto de 19 segundos respecto al pelotón encabezado por el lituano Ramunas Navardauskas (Garmin), donde se encontraban el líder Nibali y el resto de favoritos, que salvaron el día en vísperas de las tres etapas de montaña que decidirán el Giro.

Nibali tendrá que confirmar su poderío en la cronoescalada del jueves, en el Stelvio y Val Martello el viernes y en las Tres Cimas de Lavaredo el sábado. De momento llega con una renta de 1.26 minutos sobre el australiano Cadel Evans (BMC) y 2.46 respecto al colombiano Rigoberto Urán (Sky).

La etapa era de transición, con posibilidad alta de esprint, pero no se cumplió el pronóstico porque Visconti decidió alargar la racha imperial del Movistar, la que empezó el británico Dowsett en la cronometrada de Saltara, siguió el propio Visconti en la etapa mutilada del Galibier y en Vicenza y alargó Intxausti en Ivrea.

El esprinter, de 30 años, aún no había dado a la escuadra telefónica los triunfos que se esperaban de él cuando le ficharon en 2011, pero en este Giro está intratable. Ninguna victoria por velocidad, ninguna en su terreno.

En esta ocasión volvió a aparecer cuesta arriba, en el incómodo Crosara, un tercera con rampas de hasta el 12 por ciento que eliminó a Cavendish. Poco antes el pelotón había engullido al cuarteto que se tiró todo el día en fuga: Belkov (Katusha), Rubiano (Androni), Durbridge (Orica) y Dockx (Lotto).

El colombiano aún se resistió, y Di Luca presentó candidatura, pero ambos sucumbieron también al impulso de Visconti, quien pasó el puerto con 30 segundos sobre el gran grupo, que representaba el peligro real, ya que el Omega, Argos y Cannondale quería discutir la etapa por velocidad.

Visconti descendió solo e hizo los últimos kilómetros llanos como si de una contrarreloj se tratara, y fue capaz de aguantar la brecha para entrar en la recta de llegada con tiempo para el festejo. Brazos al aire y gesto de no creérselo. Dos etapas en tres días es algo increíble. Ya lo hubiera firmado el Movistar en la salida de Nápoles.

Mañana se disputa la decimoctava etapa, entre Mori y Polsa, una cronoescalada de 19 kilómetros.