Vuelta a España

Evenepoel, de la Champions a ganar la Vuelta

El belga pudo haber sido futbolista, pero ahora es el ganador de la carrera española

Remco Evenepoel posa con el resto de ganadores de los maillots: Carapaz, de la montaña; Pedersen, de la regularidad y Ayuso con el de mejor joven prestado por el belga
Remco Evenepoel posa con el resto de ganadores de los maillots: Carapaz, de la montaña; Pedersen, de la regularidad y Ayuso con el de mejor joven prestado por el belgaJavier LizonAgencia EFE

Sergio Gómez debutó el pasado martes en Liga de Campeones con el Manchester City contra el Sevilla en el Sánchez Pizjuán. A unos pocos kilómetros, en Tomares, Remco Evenepoel podía dar casi por ganada la Vuelta. Ese mismo día, unas horas antes de que comenzara la participación de Sergio en la Champions, Remco luchaba contra un pinchazo mientras Primoz Roglic, su gran rival, se estampaba contra el suelo mientras intentaba arañar unos segundos al belga en la clasificación. Las heridas provocadas por la caída impidieron al esloveno tomar la salida al día siguiente.

El azar hizo que Evenepoel vistiera una vez más el maillot rojo en Tomares en lugar de debutar en la Liga de Campeones como Sergio Gómez. El español llegó este verano al City procedente del Anderlecht. Remco, antes de tiranizar el ciclismo en edad juvenil, había sido lateral izquierdo del equipo belga en categorías inferiores en su adolescencia. Llegó incluso a ser capitán de la selección belga sub’17 y Transfermarkt, la página de referencia en el mundo del fútbol para los fichajes y las estadísticas, aún mantiene su perfil a pesar de su breve carrera. De haber tomado otra decisión, quizá hubiera debutado el pasado martes en la Liga de Campeones con el City.

Pero Remco no tiene motivos para arrepentirse. Acaba de ganar su primera gran vuelta y para el futuro promete cosas mejores. Aunque de momento prefiere disfrutar de su primera victoria en una carrera de tres semanas. «No sé lo que está pasando por mi cabeza y mi cuerpo en estos momentos. Es algo increíble. Creo que he respondido sobre los pedales todas las críticas y malos comentarios que he recibido durante el último año», reconocía después de la etapa del sábado que finalizaba en Navacerrada. «He estado trabajando muy duro para llegar aquí en la mejor forma posible. Ganar esta Vuelta es simplemente increíble», añadía.

El belga, nacido el 25 de enero de 2000, no pudo disimular su emoción después de la etapa del sábado, la última en la que podía ponerse en peligro su victoria en la Vuelta. «Es la primera gran vuelta que consigo empezar bien de salud. Estoy muy contento de ser el primer corredor en ganar una gran vuelta para Patrick Lefevere como mánager y para Bélgica, por mi país, por mis compañeros, por mis padres, por mi pareja… He estado lejos de casa muchos días, muchas semanas, muchos meses. Y todo es también gracias a ellos», decía.

Evenepoel es el primer belga que gana una de las grandes en este siglo. Para encontrar una victoria de Bélgica en una carrera de tres semanas hay que irse hasta 1978, cuando Johan de Muynck se llevó el triunfo en el Giro. En la Vuelta hay que buscar un año antes.

1977 fue el año de la victoria más extraña en la carrera española, la de Freddy Maertens, un velocista que ganó 13 etapas de las 20 que tuvo la carrera, que comenzó en la Dehesa de Campoamor y terminó en Miranda de Ebro. Era la penúltima Vuelta que organizó el diario «El Correo». Apenas hubo llegadas en alto y el belga, que había sido campeón del mundo el año anterior, no tuvo competencia. Ganó todas las clasificaciones excepto la de la Montaña –en aquella época las Metas Volantes eran independientes de la Regularidad–. Nadie en la historia ha superado las trece victorias en una grande de Maertens. Tampoco él volvió a acercarse a un podium en una carrera de tres semanas.

El dominio de Evenepoel no ha sido tan abrumador, «sólo» ha ganado dos etapas, pero sí ha dado la sensación de ser casi intocable durante gran parte de la carrera. Sólo Roglic parecía una amenaza sólida hasta que se cayó en la meta de Tomares. Esa etapa era la tercera consecutiva en la que le recortaba segundos –le limó ocho, a pesar de la caída– y todavía quedaban por delante las subidas a Tentudía, al Piornal y a Navacerrada. Además de la etapa de Talavera , con dos subidas al puerto de El Piélago que quedaron inutilizadas sin la participación del esloveno.

Queda la duda de saber qué hubiera pasado en la última semana con Roglic en carrera. Pero Evenepoel se defiende. «Las caídas son parte del ciclismo, me pasó a mí en Lombardía en 2020. No estaba Roglic, pero sí Enric Mas, que es uno de los mejores escaladores del mundo», dice.

En esa caída de 2020, el belga se fracturó la pelvis, una lesión que podía haber comprometido su carrera. Pero regresó con fuerza. «Sí, es el día más bonito de mi vida. Ha sido un año fabuloso. Ganar un Monumento como la Lieja, volver a ganar San Sebastián, ganar dos etapas y la general y luego casarme este invierno… Creo que es el mejor año que podría haber imaginado y deseado», asegura el ganador de la Vuelta.

Además, Evenepoel creció admirando a Alberto Contador y el sábado, en la etapa de Navacerrada pudo saludarlo. «Contador siempre fue un ídolo, me ha parecido increíble conocerle, he hablado con él», reconocía. También ha admirado a otros corredores: «Froome, Alejandro Valverde, Philipe Gilbert...A Gilbert y a Valverde les he visto ganar la Lieja, y ahora estoy compitiendo con ellos», añadía emocionado. No sólo ha competido sino que ahora Remco es uno de ellos.

Molano, último ganador

Mads Pedersen no pudo completar su gran Vuelta con una victoria en Madrid. Fue segundo en la meta, rodeado de dos corredores del UAE: Ackermann, que fue el lanzador, y Molano, que remató la victoria en la última etapa de la carrera. El premio para el equipo de los Emiratos se completó con la elección de Marc Soler como el corredor más combativo de la Vuelta.