Leganés
Cuando la estrella es el equipo
Lopetegui quiere que se piense en el colectivo. La presión la hacen todos y en ataque los remates se reparten. Hoy llega el Leganés.
Lopetegui quiere que se piense en el colectivo. La presión la hacen todos y en ataque los remates se reparten. Hoy llega el Leganés.
En el Madrid se repiten la palabras familia y solidaridad para explicar la nueva etapa de Lopetegui. Es un equipo lleno de grandes jugadores, pero en el que ninguno está por encima de los demás. Todos juegan para todos. «Estamos dando pasos adelante. Llevamos más tiempo trabajando juntos y eso se nota, y tenemos que seguir avanzando y mejorando en muchas cuestiones, tanto ofensivas como defensivas. Pero creo que el equipo está intentando tener un sentimiento de solidaridad, que es lo que queremos que exista», explicaba ayer el entrenador. No hay nadie que esté exento del sacrificio cuando hay que correr o presionar arriba, algo que el Madrid está intentando en algunas fases de los partidos; y tampoco hay un delantero al que haya que buscar cuando el equipo se acerca a la portería contraria: Bale ha rematado siete veces, Asensio, cinco; Benzema, cuatro y Ramos, tres veces en Liga, un ataque coral y muy repartido en lo que parece que va a ser la línea de la temporada. Cuando ayer al entrenador blanco le preguntaron por el premio a Luka Modric como mejor jugador en Europa, acabó hablando del grupo: «Es nuestro jugador y ha hecho méritos de sobra para recibir el galardón, aunque es cierto que no soy muy dado a los premios individuales. Pero él aúna todo, la calidad individual y el sentimiento colectivo».
El reto del vestuario es demostrar que el ciclo histórico de las cuatro Champions no ha sido debido a un futbolista, sino que ha sido el logro de una plantilla y, por tanto, la salida de un jugador, por goleador que sea, no va variar el rumbo exitoso. Julen Lopetegui ya ha dicho que los goles que marcaba Cristiano los tiene que marcar el equipo.
«Ahora está el interrogante de qué es un Real Madrid sin Cristiano Ronaldo, pero sigue siendo el Real Madrid. Siempre lo va a ser por más que los grandes jugadores vayan cambiando. El Real Madrid siempre ha sido un club con grandes jugadores, el fútbol es un deporte de equipo donde por suerte hay algo más importante que las individualidades que es tratar de jugar con once futbolistas conectados. Eso hace que sea muy complejo», describía ayer Pellegrino, el entrenador del Leganés, que hoy visita el Santiago Bernabéu.
La llegada de Mariano, que ayer fue presentado, es el ejemplo de este Madrid. Es un goleador, que aporta cosas que no tenía el vestuario: un delantero de área, que busca el gol por encima de todas las cosas, un rematador nato que da variantes a la forma de atacar. Con Mariano en el campo se puede ser más directo; con Benzema, en cambio, se ataca de un modo distinto. «Vengo a trabajar y a ser uno más. Somos una familia y eso es lo que cuenta. Vengo a dar el máximo de mí, a jugar con todos mis grandes compañeros, y pelear en cada entrenamiento y dejarme la piel por esta camiseta. El entrenador es el que decide», contestaba el delantero en el regreso a su casa, de acuerdo con el discurso de esta campaña.
El delantero completa un conjunto con muchos registros. «Veo un equipo un poco diferente al del año anterior en el sentido de que ocupan el campo de una manera más racional, no es tan caótico. Quieren tener más el balón, tienen más posesión», seguía su descripción Pellegrino: «Este Real Madrid se ve que quiere dominar más el partido, presionar más arriba. Eso es lo que he vislumbrado en estas semanas. Es un equipo tremendo. Tiene juego interior, juego por banda, fortaleza, juego aéreo...». Y la idea de que el éxito final depende de todos.
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