El Atlético comenzará su andadura ante el campeón danés, un rival inferior, con el objetivo de estar en la ciudad francesa en la final.

El objetivo es estar el 16 de mayo en Lyon. Ese es el día que el Atlético se ha puesto en el horizonte de sus pretensiones europeas, una vez que la Champions es oscuro pasado. Como decía ayer Clemente Villaverde, gerente rojiblanco, «Lyon nos debe una». Y recordaba el ejecutivo la final de la Recopa (1986) ante el Dinamo de Kiev en la ciudad francesa. Partido de ingrato recuerdo para la familia rojiblanca porque los rusos, con Belanov como estrella (sería Balón de Oro), arrollaron al Atlético (3-0) de Luis Aragonés en el que Clemente fue lateral izquierdo.

Para estar en Lyon, el Atlético, uno de los grandes favoritos en las casas de apuestas, tiene una larga carrera de obstáculos que comienza el próximo 15 de febrero en la capital danesa ante el Copenhague. Un equipo que hace unas temporadas (2010) empató (1-1) en su casa con el Barcelona del todopoderoso Guardiola. Su técnico, el afamado noruego Ståle Solbakken, cabeza rapada, que ahora ha vuelto al equipo, tuvo su minuto de gloria televisivo tras un rifirrafe con Pep. Busquets hizo de hombre bueno y los separó.

Sin embargo, el Copenhague lleva una mala temporada. Eliminado por el Qarabag –los atléticos que toquen madera– en la fase previa de la Champions. Solbakken, el entrenador más laureado del club –6 ligas y 4 copas en dos etapas– no ha conseguido darle al equipo la consistencia deseada. En la competición danesa está prácticamente descartado para el título. Es sexto con 25 puntos a 17 del líder provisional –el Brondby, su gran rival capitalino– después de haber sumado ya siete derrotas en 19 partidos.

Los equipos de Solbakken siempre se han caracterizado por su solidez defensiva, pero en el presente curso ha perdido ya dos encuentros en su campo, el Parken, y no demuestra la firmeza de antaño. De todos modos, en el Atlético no hay confianza, quedan dos meses para el encuentro y habrá que ver su evolución. Para entonces, Simeone ya podrá contar con Diego Costa y con Vitolo, que firmaron pensando en la Champions, pero que tendrán que conformarse con el torneo menor. Un nuevo reto para ellos.

«El entrenador, cuerpo técnico y plantilla más caros del país: ¡demostrad vuestro valor!», rezaba en una pancarta exhibida en el fondo de los ultras en uno de los últimos partidos en casa del Copenhague, un equipo con jugadores poco conocidos y en el que milita el meta Andersen (36 año), que tuvo un paso efímero por el Betis.

Para el Villarreal el peligro se llama Mariano, el exmadridista está muy inspirado ante el gol – y que la final se juega en Lyon–, mientras que el Salzburgo, rival de la Real Sociedad, ya no tiene presente español. Jonathan Soriano, su goleador, emigró al fútbol chino y Óscar García dejó el banquillo en junio tras hacer campeón al equipo. El Athletic ya sabe cómo se las gasta el Spartak de Moscú que goleó (5-1) al Sevilla, aunque no se clasificó.