Diego no tira

El hispano-brasileño sigue siendo un «cuerpo extraño» con España: sólo ha marcado un gol en ocho partidos.

Nadie puede discutirle que el sábado noche estuvo voluntarioso en Oviedo, peleón, y que se inventó un «penaltito» gracias al envío de Cesc, en la única jugada con desmarque de ruptura que es en lo que se mueve con brillantez. Pero la realidad tozuda, insistente, terca, es que Diego Costa sigue siendo un cuerpo extraño con España, desconectado de la circulación del juego del equipo nacional, sin adaptarse al estilo de toque de la Selección. Diego no tira.

Diego Costa ha sido (y vuelve a ser) una apuesta personal de Vicente del Bosque, entendible en un debate futbolístico abierto en su momento porque podía ofrecer algo distinto antes del Mundial de Brasil, a la vista de la poca fe que el seleccionador mostraba (y muestra) con algunos de los arietes clásicos, pero cada vez más complicado de llevar porque el rendimiento del hispano-brasileño no se corresponde con el grado de confianza que se le otorga.

No encaja en el estilo

Costa es un «9» estupendo, que explotó sus condiciones en el Atlético de Madrid en una temporada fabulosa de la mano del estilo de juego del Cholo Simeone, que le llevó al Chelsea, donde Mourinho también supo sacar partido de sus virtudes. Hablamos de un delantero centro que se pelea, que remata bien en el área con los dos pies y la cabeza y que fuera de ella sabe moverse como pez en el agua cuando tiene espacios, a la contra, cuando sus compañeros le lanzan balones largos a la carrera para que controle en velocidad y gane ventaja en el uno contra uno a los centrales. Ése es Diego Costa, pero ese no es el juego de España...

Por eso sólo ha marcado un gol en ocho partidos ya, fracasó también como todos en Brasil y, además, se ha visto envuelto en algunos episodios polémicos con sus bajas por prescripciones médicas Londres-Madrid, o viceversa. Su único tanto se lo marcó a Luxemburgo y esta semana ha admitido con loable sinceridad que está en deuda con Vicente del Bosque, con sus compañeros, con la Selección. No es una deuda de sangre, por Dios, pero sí es una deuda con el gol de España.

Morata y Alcácer

Si Vicente del Bosque tuviese que dar ya su lista de 23 jugadores para la Eurocopa de Francia, en la que España tiene ya pie y medio, muy probablemente los tres delanteros centro que incluiría serían Morata, Alcácer y, erre que erre, Diego Costa. El canterano madridista ahora en la Juve ha convencido tras una magnífica temporada en el Calcio, aunque aún debe pulir cosas y seguir madurando. El delantero valencianista es un rematador de primer remate en el área, un cazador que se va haciendo hueco en cada convocatoria y en Oviedo entró por Diego Costa en el segundo tiempo.