Atlético de Madrid
El «cholismo» ganador de Nuno
Y Nuno Espírito Santo se clonó en Diego Pablo Simeone. Eso es lo que pasó el sábado en Mestalla, donde el Atlético sufrió un tsunami de proporciones gigantescas que se lo llevó por delante en un cuarto de hora terrible. El Valencia destrozó ahí a un campeón irreconocible y luego supo manejar los tiempos para frenar la reacción de un equipo que, eso sí, no se rinde nunca y amagó con activarse. Pero el Valencia y Nuno jugaron, ganaron y resistieron con las mismas armas del «cholismo»... Como me decía un eufórico colega valencianista, «donde las dan, las toman».
Movió los hilos
Nuno ya había movido los hilos durante la semana. Recapitulemos. Fue en esa rueda de prensa en la que alternando el palo con la zanahoria, habló de un gran Atlético pero ya dejó caer que jugaba al límite del reglamento, y que los árbitros debían vigilar no sólo las entradas fronterizas con la legalidad vigente sino también los bloqueos en los saques de esquina. Algunos de sus futbolistas recitaron de memoria esa retahíla. De ahí, al tsunami.
Más faltas que el «malvado»
Veamos algunos datos y hurguemos en detalles. El Valencia al final cometió más faltas que el «malvado» Atlético, 22 por 14, significativo, como consecuencia de que salió más concentrado, más intenso y con un plus de agresividad que esta vez le faltó a los rojiblancos. Además, Nuno también se trabajó su pizarra, que brilló en el gol del central Otamendi de cabeza, tras salir escondido por detrás de dos compañeros y cabecear a placer un córner. El resto lo hizo un Miranda desconocido (y desquiciado) tras su fallo en el primer gol, y la patosada consentida de Siqueira, que le quitó el lanzamiento de penalti a Mandzukic. Cholo reconoció su error al final: «Siqueira sólo ha fallado dos penaltis en su carrera y los dos en el Atlético. Lo tendrá difícil para volver a patear». Lo dijo en broma, pero iba en serio. Como el «cholista» Nuno Espírito Santo...
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