El récord negativo que Marcelino quiere romper ante el Barça en la final de Copa

El entrenador del Valencia busca vencer en la final al equipo contra el que todavía no ha podido en 20 enfrentamientos

Marcelino ha vuelto a salirse con la suya. «Puede faltarnos experiencia, pero nos sobra corazón», dijo el técnico. «Además, tengo la impresión de que esta temporada ya hemos jugado varias finales, y algunas la misma semana», dijo misterioso el entrenador, quizá refiriéndose a la primera parte del año, en la que se puso en entredicho su labor e incluso se rumoreaba que su puesto corría peligro. Pero salió adelante y ha vuelto a tener una gran campaña, la segunda consecutiva en un club, el Valencia, muy complicado, que llevaba varios años convulsos y con él en el banquillo encontró la tranquilidad.

El preparador asturiano tiene a la plantilla de su parte, ha «recuperado» a futbolistas como Parejo, que habla de él como el entrenador más importante de su carrera junto a Valverde, que también estuvo en el Valencia; y está ante una de las citas más importantes de su vida. «He tenido una larga trayectoria y con humildad digo que bastante exitosa», asegura. «El partido más importante para un entrenador es el siguiente», dice para quitarse presión. También quiere descargar a sus jugadores al hablar de que esta semana ha sido como las demás: han entrenado para preparar un encuentro que van a jugar el fin de semana.

Pero el premio esta vez es mayor: un título. Y el rival es su muro durante todos sus años como técnico. Ni con el Recre ni con el Racing de Santander ni con el Villarreal ni con el Sevilla ni con el Valencia lo ha logrado. Son 20 partidos, con seis empates y 14 derrotas. Dos de esas igualadas son de este año, en el que no ha vencido al Barça en LaLiga, pero tampoco ha perdido.

«Intentaremos hacer un partido muy igualado», adelantó. En el Camp Nou el Valencia incluso llegó a ponerse 0-2, pero el duelo acabó en empate por el factor Messi, jugador al que Marcelino define como «el mejor del mundo». «Todos los entrenadores buscamos cómo pararlo. Hay que intentar que participe poco, y menos en la zona de peligro. Que él no tenga el día y provocar que no lo tenga», opinó.