Ciclismo
El Tour se entrega a la montaña
Sólo 36 kilómetros contra el reloj y cuesta arriba. El Tour de 2020 huye de los especialistas en la lucha contra el crono y abraza las montañas. Una cronoescalada con final en la Planche des Belles Files decidirá la carrera.
Pero hasta llegar ahí, el Tour sigue proponiendo novedades, más allá de las fechas en las que se disputa. Los Juegos Olímpicos obligan a que se adelante el comienzo, que llegará el 27 de junio. El Tourmalet, el Galibier, el Mont Ventoux y el Alpe d'Huez no aparecen en el recorrido, que llega demasiado pronto a los Pirineos, que no acogerán ninguna llegada en alto.
El Tour se mira en el espejo de la Vuelta y también propone finales novedosos, como el col de Loze. "Es diferente de todo lo que hasta ahora existía en Francia", dice el director general de la carrera, Christian Prudhomme. Y en verdad lo es, el Tour ascenderá por una carretera recién asfaltada para alcanzar este final inédito.
El Tour apuesta por la lucha cuerpo a cuerpo y por ciclistas como Egan Bernal, el actual campeón, y por qué no, Thibaut Pinot, dispuesto a ser el primer ganador francés en 35 años. Bernard Hinault fue el último en 1985.
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