Revuelo deportivo
Escándalo internacional: señalan a China por el presunto robo de información cerebral de deportistas
Un informe señala que información obtenida a través de un dispositivo de entrenamiento mental podría haber sido utilizada con fines militares
Una investigación de Hunterbrook Media junto al periodista Pablo Torre ha desatado fuertes reacciones en el mundo deportivo y científico al revelar que China podría haber accedido ilegalmente a datos cerebrales —ondas cerebrales o brainwaves— de atletas destacados como Jannik Sinner, Iga Swiatek, Mikaela Shiffrin, Charles Leclerc y jugadores del Manchester City.
Según el informe, la fuente de esos datos sería un dispositivo de entrenamiento mental —una diadema llamada FocusCalm— diseñado para mejorar la concentración de los deportistas. Las sospechas apuntan que un empleado vinculado al gobierno chino habría obtenido el software del dispositivo, accediendo así a la información sensible que procesan estas bandas cuando los atletas las usan.
El fabricante del dispositivo, BrainCo, fundado en Harvard, trasladó parte de su operación a China, donde ciertos inversionistas y entidades vinculadas al Estado podrían estar involucrados en la investigación militar. Los críticos advierten que ese acceso a datos neurológicos abre la vía a usos con posibles aplicaciones en defensa, tales como entrenamiento cognitivo militar o, según preocupaciones, el desarrollo de capacidades mejoradas para personal militar.
Durante los últimos seis meses, una investigación conjunta de Hunterbrook Media y el periodista Pablo Torre ha revelado que el gobierno chino habría fijado su atención en deportistas de élite para obtener datos sobre su actividad cerebral. Entre los nombres señalados aparecen Jannik Sinner, Iga Swiatek, Charles Leclerc o Mikaela Shiffrin, además de varios equipos olímpicos italianos y jugadores del Manchester City. Esta información se basaría en los registros recopilados por el doctor Riccardo Ceccarelli, pionero en introducir estas diademas de neuroentrenamiento en el deporte tras observar su uso en centros educativos chinos.
Uno de los casos más llamativos es el de Logan Ryan, exjugador de la NFL y dos veces campeón de la Super Bowl, quien utilizó estos dispositivos con la idea de compensar el desgaste físico de la edad. Según explicó, buscaba entrenar su mente para tomar decisiones más rápidas en el campo. Sin embargo, mostró su preocupación al descubrir que BrainCo, la empresa fabricante de estas diademas fundada en Harvard y después trasladada a China, mantiene lazos con entidades vinculadas al gobierno del país asiático y a proyectos de robótica militar. Esta situación ha despertado el temor en el deporte internacional de que los datos obtenidos de atletas como Sinner o Swiatek puedan emplearse en programas de entrenamiento de supersoldados, lo que alimenta aún más las dudas sobre el uso militar de estas tecnologías.