España, frente a tres muros

Los rivales en el Mundial basan su fútbol en el sacrificio colectivo y la defensa. La Selección sumará muchos kilómetros en traslados.

Una de las imágenes de la Eurocopa que ganó Portugal fue la de Cristiano Ronaldo, en la banda, lesionado, dando más órdenes que el técnico Fernando Santos. Pedía a sus compañeros cabeza, orden y que no perdiesen la posición. Porque sabía que la única posibilidad de Portugal de ganar a Francia era la de ser el equipo fuerte y sacrificado que había sido durante toda la competición. Lo consiguió. Ése va a ser su papel en el Mundial y no muy lejos, al menos en planteamiento, es la idea de Marruecos y de la Irán de Carlos Queiroz: las casas se construyen por los cimientos y los equipos de fútbol, desde la defensa.

España tiene que temer eso y las distancias a recorrer. Los planes de la Federación es que la sede del equipo, donde van a pasar gran parte de sus días durante la convocatoria, será en Krasnodar. Desde allí, para primer partido España recorrerá 300 kilómetros, lo que no es un viaje largo. Sin embargo, el segundo choque, ante Irán, obligará a los españoles a realizar un viaje de casi 1.700 kilómetros, un traslado en avión en torno a las dos horas y media de duración. Volverá a Krasnodar y cinco días después tendrá que ir a Kaliningrado, a unos 2.300 kilómetros.

PORTUGAL
Ronaldo y trabajo

No guarda Cristiano Ronaldo un buen recuerdo de la única vez que España y Portugal se enfrentaron en un Mundial. Fue en 2010, en Suráfrica y la selección de Del Bosque, con un gol, eliminó a nuestros vecinos. Portugal, que ya era rocosa entonces, ha crecido, ha conquistado, en la última Eurocopa, su único título y cree en su proyecto como nunca. Su entrenador es Fernando Santos y el líder indiscutible del grupo es Cristiano Ronaldo. Él es el único que tiene permitido no hacer el trabajo colectivo y defensivo que sí realizan todos sus compañeros. El bloque es el mismo que ganó la Eurocopa y el estilo no va a variar ni un ápice. Hay que recordar que en Francia, el futbolista más decisivo, por delante incluso del delantero del Real Madrid, fue el central Pepe. La campeona de Europa conoce sus limitaciones y explota al máximo sus virtudes, como el balón parado, la defensa o la presión.

IRÁN
Carlos Queiroz al mando

«Jugar contra España y Portugal es muy emocionante para mí, ya que son dos lugares especiales para mí. Pero también será un grupo muy duro para Irán», decía el entrenador portugués Carlos Queiroz, técnico de Irán, un viejo conocido de la afición del Real Madrid. En Irán lleva ya más de cinco años trabajando y su objetivo ha sido el de construir un equipo competitivo, que le haga la vida imposible al rival. Sin necesidad de ser brillante, Irán se planta en el Mundial después de no perder ninguno de los diez encuentros de clasificación. Ganó diez, empató cuatro y sólo recibió (dos) goles en el último encuentro, cuando ya se había clasificado. Quizá su mejor hombre sea su delantero Azmoun, pero es un equipo en el que importa más el colectivo que lo individual.

MARRUECOS
Veinte años después

«No hemos tenido mucha fortuna porque del bombo dos España era el rival más difícil que nos podía tocar. Aún así nosotros tenemos confianza en nuestro equipo, tenemos un buen grupo con buenos jugadores y estamos deseando que lleguen estos partidos», decía ayer Amrabat, el jugador marroquí del Leganés. También estará el madridista Achraf. Pero el hombre clave, el principal responsable de que Marruecos dispute un Mundial 20 años después, es el entrenador francés Hervé Renard, que hizo campeones de África a Zambia y a Costa de Márfil y que repite fórmula con Marruecos: una defensa muy sólida como principio de todo. Así, en los seis encuentros de clasificación para el Mundial, empató tres, ganó otros tres y metió 11 goles. No recibió ni uno.