Polémica

El expresidente del Deportivo de la Coruña duda de la honradez del Barcelona con los árbitros

Lendoiro se muestra convencido de que lo sucedido

Negreira, durante un partido
Negreira, durante un partidoAgencia EFE

El 'caso Negreira' avanza y cada vez son más las personas que opinan al respecto. El último de ellos fue César Augusto Lendoiro. El exmandatario fue presidente del Deportivo entre 1988 y 2014. Lendoiro habló en 'Radio Estadio', de Radio Nacional. "Me huele muy mal. Las pruebas son irrefutables, son muchos millones de euros pagados y eso nadie lo regala. Eso no se puede permitir. El Barcelona va a quedar marcado para siempre después de esto".

Otros protagonistas como Javier Tebas se mostró más moderado: "Tengo que ver la documentación. El cohecho es cuando se comete un delito con un funcionario público. Como abogado, lo tengo que estudiar. Preocupa. En este tema hay que seguir investigando para aclarar bien el nivel de influencia en los ascensos y descensos y en las designaciones. Eso es en lo que se está trabajando. El solo hecho de intentar influir ya es un sancionable en el ámbito penal. Lo dijo el juez en el auto de hace unas semanas. Eso ya es corrupción deportiva. Pagar desde un club a Negreira es una irregularidad muy grave. Es delito si es para influir", dijo.

Negreira explicó ante la Fiscalía su versión. "Nunca he querido cobrar porque yo ya tenía mi empresa y cobraba del Fútbol Club Barcelona. Nos reuníamos en Madrid cada semana o cada 15 días. Lo que hacíamos era revisar los informes que hacen los árbitros después de cada partido (se refiere al acta) y puntuarlos. También teníamos un informador de la federación que revisaba si el arbitraje había sido correcto. Preparar charlas técnicas a los árbitros. Reunirnos con los presidentes regionales". "Ir a ver los partidos personalmente o a través de compañeros exarbitros y estar informado del porqué se habían tomado decisiones. El Fútbol Club Barcelona consideraba que se perjudicaba al equipo y se favorecía a otros equipos. Esto es una hipótesis personal, nadie me lo ha dicho directamente. Mi obligación era dar mi opinión sobre los partidos en cuanto al arbitraje y a los jugadores. Asesoramiento técnico. Lo que el Fútbol Club Barcelona quería era asegurarse que no se tomaban decisiones en su contra, que todo fuera neutral", argumentó.

Mientras que siguen las investigaciones, también hay que recordar que todo este caso viene respaldado por el artículo 286 bis del Código Penal que regula el delito de corrupción en los negocios (vigente desde 2010) castiga con penas de prisión de seis meses a cuatro años, y de inhabilitación de uno a seis años, a los "directivos, administradores, empleados o colaboradores de una entidad deportiva", así como a los deportistas y árbitros que reciban, soliciten o acepten "un beneficio o ventaja no justificados" o la mera promesa de obtenerlo "como contraprestación para favorecer indebidamente a otro".