
Atlético de Madrid
Fernando Torres se despide
Anunció su marcha del Atlético en un acto publicitario. Tenía el compromiso del club de que seguiría mientras quisiera, pero la falta de minutos importantes le ha convencido de que es el momento de salir

Anunció su marcha del Atlético en un acto publicitario. Tenía el compromiso del club de que seguiría mientras quisiera, pero la falta de minutos importantes le ha convencido de que es el momento de salir.
Fernando Torres no quería que el anuncio de su despedida se convirtiera en un acto institucional del Atlético de Madrid. Ya habrá tiempo para eso y la entidad ya ha anunciado que recibirá un homenaje en el último partido de la temporada. Pero Fernando no ha querido apoyarse en el club en este momento, aunque sí había informado a su propietario, Miguel Ángel Gil Marín, y al director de comunicación, Rafael Alique, para que el anuncio no les pillara desprevenidos. Torres se va porque quiere, porque no quiere ser un adorno más en el nuevo estadio, un símbolo que situar al lado del escudo y de la bandera. O en su lugar. El «Niño» tenía el compromiso de que seguiría en la plantilla mientras él quisiera. Nadie que no fuera él decidiría su destino. Y cree que el momento es ahora. Lo hace en contra de sus previsiones, pero de acuerdo con sus convicciones.
Fernando regresó hace tres años y medio con la idea de retirarse en el Atlético. Era su ilusión, acabar su carrera en el equipo en el que siempre quiso jugar y del que ya tuvo que marcharse una vez. «Para mí es muy difícil decir adiós porque en mi cabeza siempre ha estado poder retirarme aquí, pero las cosas no siempre salen como uno espera. Me siento con fuerzas, con ganas y con el físico para jugar más años. Espero y quiero seguir jugando porque me encuentro muy bien, no sé si dos, tres, uno o cinco años, pero me encuentro muy bien y lo buscaré en otro sitio», asegura.
«Para mí el Atleti es mi casa. Siempre lo ha sido. Me marché y siguió siendo mi casa. Uno puede tener muchas casas, pero siempre tiene un hogar. Estoy disfrutando de un Atleti que es capaz de pelear los títulos a los poderosos y siempre va a ser mi casa, ahora, dentro de veinte o treinta años y toda la vida. Aprovecho la oportunidad para decir que ésta va a ser mi última temporada en el club y que es una decisión que no ha sido sencilla, me ha costado mucho tomarla, pero viendo la realidad y las circunstancias quizás sea lo mejor», decía para anunciar su despedida en un acto publicitario ajeno al club. La realidad es que este año no ha conseguido dar la vuelta a la situación como ha sucedido en temporadas anteriores, en las que siempre terminó siendo importante. Sus goles le sirvieron hace dos años para que mucha gente reclamara su presencia en la Eurocopa de Francia. Había empezado siendo intrascendente para Simeone y terminó siendo titular en la final de la Liga de Campeones.
Algo parecido sucedió la temporada pasada, pero en este curso la situación ha cambiado. Fue titular contra Las Palmas, marcó un gol y volvió a lo más profundo del banquillo. Fue titular en la vuelta de la Liga Europa contra el Lokomotiv, marcó dos goles y tampoco le sirvió. Ha perdido protagonismo y su entrenador declaró públicamente que no haría nada por retenerlo la temporada próxima. Pero esas palabras no fueron decisivas para la marcha del «Niño». Tampoco las diferencias entre el «entorno» del jugador y Simeone. «El entorno no existe, son personas con nombres, con apellidos, que expresan su opinión. Yo llevo desde los 17 años expuesto permanentemente a la crítica, a la buena y a la mala, y he aprendido a convivir con ella», reconoce Fernando.
Se va sin reproches, asumiendo las decisiones del entrenador y consciente de que ha llegado su momento. «Mi relación con Simeone es normal, ni buena ni mala ni regular, es profesional. Hemos sido compañeros, ahora es el entrenador, yo soy el jugador y siempre se ha llevado con profesionalidad. Yo siempre he dicho que no voy a participar en una división Simeone-Torres porque no tiene sentido y eso divide. Y el Atlético de Madrid, a lo largo de la historia, cuando ha estado bien y ha estado cerca de los objetivos es porque hemos estado juntos. Somos poquitos en comparación a otros y tenemos que estar juntos, no puede haber fisuras. Las cosas que he tenido que hablar con él las he hablado de puertas para adentro y nunca he utilizado los medios ni lo voy a hacer. Es una decisión única y exclusivamente mía», explica. Aunque sí hubiera esperado que Simeone gestionara la situación de otra manera. «Si no se contaba conmigo para el año que viene me hubiera gustado un comentario previo para estar prevenido porque creo que es la manera de hacer las cosas», dice. Ahora le queda mes y medio de temporada para conseguir su gran objetivo desde que llegó, ganar un título como rojiblanco. Lo ha conseguido todo –es el único jugador que ha disputado las finales del Mundial, de la Eurocopa, de la Champions y de la Liga Europa y las ha ganado–, pero le falta el triunfo como rojiblanco.
Hasta ahora no ha querido escuchar ofertas. Le han llegado proposiciones de diversos países europeos, pero su destino estará entre Estados Unidos y China. La oferta económica, el tiempo de contrato y, sobre todo, la familia decidirán.
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