Fórmula Uno
El ataque de Russell a Verstappen: “No sé qué tenía en la cabeza”
Ambos ya tuvieron sus más y sus menos anteriormente
El Gran Premio dejó espectáculo, polémica y, sobre todo, mucha tensión entre dos nombres que ya han protagonizado varios roces en el pasado reciente: Max Verstappen y George Russell. Esta vez, el encontronazo no fue solo en pista, sino también en declaraciones, gestos y actitudes, muy al estilo de ambos pilotos.
Todo sucedió en la parte final de la carrera. Tras un coche de seguridad provocado por la avería del debutante Antonelli, los equipos se apresuraron a realizar su última parada. La mayoría optó por neumáticos blandos, pero en Red Bull decidieron montar los duros en el coche de Verstappen, al no disponer de un juego nuevo de blandos. Una elección extraña, especialmente considerando que restaban apenas seis vueltas. El holandés, sin el agarre necesario, comenzó a sufrir, primero ante Leclerc y luego frente a Russell.
En la curva 1, el de Mercedes intentó superar al tricampeón, pero Max no cedió terreno y ambos coches se tocaron. Verstappen recortó por la escapatoria y regresó a pista justo por delante de Russell. Desde Red Bull le pidieron que devolviera la posición, aunque él nunca la había cedido realmente. Al final, los comisarios le dieron la razón.
Entre frustración y rebeldía, Max soltó una maniobra digna de su carácter: en plena lucha, golpeó con fuerza el Mercedes #63, una especie de "si me van a sancionar, que sea por algo". A su estilo.
Mientras tanto, George Russell, con su característico tono diplomático, calificó la acción como un "derbi de demolición" y lamentó lo ocurrido “por los niños que habrán visto la carrera”. Una crítica elegante, con aroma a té de las cinco.
Verstappen no tardó en responder con ironía. “Bueno, traeré algunos pañuelos la próxima vez”, dijo entre risas. Y añadió, sin intención alguna de disculparse: “No tengo nada que decirle. Creo que en la vida no hay que arrepentirse de demasiadas cosas”. Declaraciones que resumen su filosofía: al límite, sin filtros y sin mirar atrás.
Este nuevo roce se suma a los antecedentes entre ambos, como aquel tenso episodio en el GP de Qatar de 2023, cuando Verstappen llamó “falso” a Russell tras una maniobra polémica en la clasificación.
Pero más allá de los choques, lo cierto es que el fallo estratégico de Red Bull condicionó la carrera de Max. En su análisis posterior, no ocultó su frustración por la elección del neumático duro: “Simplemente no teníamos agarre. No nos quedaban blandos porque hicimos tres paradas. Hasta ese momento se veía bien para nosotros, aunque sin el ritmo de los McLaren. El coche de seguridad llegó en el peor momento. Pero eso también es parte de las carreras”.
La situación deja a Verstappen con una pérdida de puntos valiosa: de haber mantenido el quinto puesto, habría sumado nueve puntos más. Ahora, la brecha con Oscar Piastri se amplía a 49 puntos, una diferencia que empieza a parecer un muro, más por el dominio creciente de McLaren que por errores propios.