Bottas termina el año ganando

La última carrera de la temporada no deparó muchas sorpresas. Casi todo estaba decidido por arriba y más bien fue el Gran Premio de las despedidas. El adiós de Felipe Massa a la Formula 1, la última carrera del fracasado proyecto entre McLaren y Honda, el probable adiós del Santander a Ferrari y la última vez que veremos los monoplazas sin protección alrededor del piloto ya que el próximo año tendrán una semi cúpula llamada HALO.

Bottas arrancó desde la “pole” y esta vez dejó los complejos en casa. Salió bien, no permitió que nadie le inquietara e impuso un ritmo muy fuerte que ni siquiera su compañero Hamilton pudo o quiso mantener. Todo lo contrario de lo que ocurrió en Brasil hace unas semanas, cuando Vettel le “robó” la cartera de forma increíble en la salida. El finés buscaba el subcampeonato, aunque se trataba de una labor complicada cuyas opciones se marcharon en la anterior cita, donde no estuvo a la altura. El nórdico hizo lo único que tenía que hacer, ganar el Gran Premio, pero no fue suficiente y Vettel, que como mucho debía ser octavo, conservó la tercera plaza para no dejar escapar la segunda plaza en el campeonato del mundo. O como diría Senna, ser el primero de los “tontos” que no ganaron.

La emoción o la salsa la pusieron los piques entre Massa y Alonso en la primera mitad de la prueba y las desventuras de Pérez con Hulkenberg. El español cruzó la línea de meta en noveno lugar, un resultado pobre que refleja a la perfección el rendimiento del motor Honda en el McLaren durante estos tres años que han sido una pesadilla para todos. Incluso para los japoneses. Alonso protagonizó una bonita pelea con Massa a pesar de no correr en igualdad de condiciones porque la unidad de potencia del Williams (suministrada por Mercedes) hacía la vida imposible al ovetense en las rectas. Finalmente consiguió superarle y de esta manera pudo consolidar el noveno puesto, algo que al menos le dio dos puntos, y el hecho de terminar por delante de su compañero en la clasificación general.

La mala suerte esta vez fue para Carlos Sainz. El madrileño hizo una carrera muy inteligente y se pasó la mitad de la prueba por detrás de Massa y Alonso. Basó su estrategia en conservar neumático y pasar por boxes después que sus rivales. Y cuando su táctica estaba a punto de salir a la perfección sus mecánicos fallaron. En la parada en boxes la rueda delantera derecha no quedó bien fijada y el español debió abandonar.

La Formula 1 acaba una temporada de cambios, con nuevos promotores y un futuro muy interesante. Los equipos nos descansan porque esta semana habrá entrenamientos de cara a la próxima temporada y después de eso no volverán a la acción hasta febrero.