Polémica

El fútbol brasileño prohíbe la virguería y Neymar estalla: "El fútbol cada vez es más aburrido"

La Federación brasileña ha decidido que es más una provocación que una habilidad. Memphis Depay asegura que van contra el jogo bonito

AME3349. SAO PAULO (BRASIL), 27/03/2025.- Memphis Depay de Corinthians celebra este jueves, tras ganar la final del Campeonato Paulista luego de vencer al Palmeiras, en el Neo Química Arena de Sao Paulo (Brasil). EFE/ Isaac Fontana
Memphis Depay ha enfadado al fútbol brasileñoIsaac FontanaAgencia EFE

Brasil ha decidido pisar el freno para las virguerías sin sentido. La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) ha aprobado una nueva normativa que ha encendido un debate sobre la esencia misma del deporte más hermoso del mundo: a partir de ahora, cualquier jugador que se suba con ambos pies sobre el balón recibirá una tarjeta amarilla, y su equipo será sancionado con un tiro libre indirecto en contra.

Así, de un plumazo, lo que siempre fue una muestra de estilo, confianza y creatividad, ha sido etiquetado como conducta antideportiva. Una decisión que ha generado una oleada de críticas, lideradas por Memphis Depay, que fue el último que lo hizo.

Todo empezó por Memphis Depay

El delantero neerlandés, actual jugador del Corinthians, no tardó en responder a través de su cuenta de X (antes Twitter). Y lo hizo con claridad:

"Fui a Brasil para experimentar el Jogo Bonito de primera mano, pero ahora la CBF anunció que ningún jugador puede pararse sobre el balón o recibirá una tarjeta amarilla. Se decidió después de que yo me subiese en la pelota por unos segundos en la pasada final de la Copa Paulista".

Lo curioso es que Depay no desafía la autoridad de la federación desde la prepotencia, sino desde la decepción. No se siente irrespetado como jugador extranjero, sino traicionado como amante del estilo que hizo famoso al fútbol brasileño. "No es que sea un hecho tan importante para el fútbol, pero no veo el problema aquí. El fútbol brasileño está en alza ¡y merece visibilidad mundial! Hay mucho talento aquí. La alegría y la pasión en la forma de expresarnos en el campo no deberían tener límites."

Y ahí está el meollo del asunto: ¿dónde se traza la línea entre espectáculo y provocación? ¿Cuándo una muestra de habilidad se convierte en una falta de respeto?

Depay cierra su comunicado con una reflexión cargada de intención: "¿Quién decide el futuro futbolístico de este bonito país? Centrémonos en qué reglas pueden mejorar el deporte y en el lado empresarial del fútbol que beneficien a los clubes, los aficionados y los jugadores en lugar de estos anuncios absurdos".

La protesta de Denilson

Pero no fue el único en levantar la voz. Desde el recuerdo glorioso del Mundial 2002, apareció Denilson, exjugador del Betis y uno de los regateadores más icónicos de su generación. A través de Instagram, lanzó una pregunta que resuena con fuerza:

"¿Por qué no tenemos jugadores como antes? ¿Por qué el fútbol cambió tanto? ¿Por qué los jugadores ya no tienen la misma personalidad?"

Esas preguntas, lejos de ser nostalgia pura, son una crítica directa al proceso de estandarización del fútbol, ese fenómeno global en el que la espontaneidad se sacrifica en nombre de la eficiencia. “¡Otra más para quitarle la diversión a nuestro fútbol!”, exclamó Denilson, dando a entender que no se trata solo de una regla, sino de un síntoma.

Neymar también se queja

Y por si faltaba alguien para ponerle un broche mediático al asunto, apareció Neymar, el último heredero de ese fútbol fantasioso y atrevido, respondió al post de Denilson con una frase que duele por su sencillez:

"El fútbol cada vez se está volviendo más aburrido".

No hay que ser adivino para saber que Neymar no habla solo de esta regla. Habla de un fútbol que cada vez tolera menos la creatividad, aunque lo cierto es que no está claro que aporta subirse al balón como algo creativo y sí como una falta de respeto.

El lo que dice la CBF: que el gesto de pararse sobre el balón se considera una forma de provocación hacia el rival. Se teme que pueda generar conflictos y se quiere evitar.