Opinión

El doble drama del Barça

Si la nueva camada de La Masía sale intacta de un año traumático ya será un éxito

Piqué se lamenta sobre el césped del Camp Nou
Piqué se lamenta sobre el césped del Camp NouAFP7 vía Europa PressAFP7 vía Europa Press

Si Tebas pretendía hacer negocio con el Clásico en Asia tendrá que buscar ingresos por otro lado. El United-Liverpool de la Premier fue el partido de la jornada para chinos, qataríes y jupiterianos. ¿La responsabilidad? Casi toda del Barça. Del «ejército simbólico y desarmado de Cataluña» del que hablaba Vázquez Montalbán quedan poco más que las camisetas y un estadio que ni siquiera se llenó. Si te tienen que resucitar ante el Madrid un tal Coutinho o un tal Kun Agüero... son síntomas que desnudan a un equipo que no está para el Madrid, como no está para pelear con el Bayern y en realidad como no está para casi nada. Si la nueva camada de La Masía sale intacta de un año traumático y se alcanza la Champions ya se podrá considerar un éxito la temporada azulgrana.

El Madrid ganó en el Camp Nou, pero hay mucho madridista que lamenta haber dejado una oportunidad magnífica de humillar a un rival muy menor. Koeman lo tiene claro desde hace tiempo y por eso lo dice o lo insinúa cada vez que tiene ocasión. El actual nivel del Barcelona está para pelear por el Gamper y ante un rival que llegue a la Ciudad Condal con espíritu de pasear por el Barrio Gótico.

El Madrid de Ancelotti no llegó de paseo, pero tampoco lo hizo con el colmillo afilado. Está también en construcción, pero su aspecto está lejos de ser tan inquietante como el del Barça. Benzema, Vinicius, Courtois, Alaba... son tipos que pesan en los partidos y que con frecuencia son decisivos. El Madrid hasta ahora no ha podido evitar los sobresaltos, pero tiene un aspecto bastante más saludable para afrontar lo que viene. El madridismo tiene que mirar en otra dirección para encontrar rival en la Liga. Se ha consumido casi un cuarto de campeonato y el Atlético, la Real y el Sevilla merecen más atención que el Barça.

Si desde dentro de la junta de Laporta se afirma que «no tenemos jugadores de nivel y con pegada»... la guerra de la directiva azulgrana era otra. En la Asamblea se aprobó el crédito para el Espai Barça y se suspendió de forma temporal el artículo 67 de los Estatutos, que obliga a dimitir a la junta directiva en caso de atravesar un drama económico como el que vive el club. ¿El problema? Que el drama también es deportivo.