Fútbol

España es un equipo y es de todos

El amistoso contra Albania sirvió para reforzar el estilo de la selección y el compromiso de la afición con la Roja

Jordi Alba y Dani Olmo celebran el gol de la victoria ante Albania
Jordi Alba y Dani Olmo celebran el gol de la victoria ante AlbaniaAlejandro Garcia Alejandro GarcíaAgencia EFE

“Es imposible que tardemos 18 años en volver. Sería un error”, reconocía Luis Enrique después del reencuentro de la selección con Barcelona. La victoria de la Roja ante Albania reforzó el compromiso del equipo nacional con la capital catalana, pero también el estilo que el seleccionador quiere dar al juego de España.

Mi objetivo es demostrar que somos un equipo independientemente de quién juegue”, reconocía el preparador español después del encuentro. La alineación que presentó el seleccionador en el estadio de Cornellá podía haber pasado por una selección olímpica con los tres refuerzos mayores que permite la FIFA en los Juegos. Había cinco futbolistas en edad de haber disputado el torneo olímpico en Tokio y un portero algo mayor, pero que debutaba con la selección. Y todos estaban por debajo de los 51 partidos internacionales que cumplía Álvaro Morata y que le hacían llevar el brazalete de capitán. Jugadores jóvenes, con poca experiencia en partidos de selección, pero con una imagen reconocible más allá de la camiseta roja y de la estrella de campeón del mundo que adorna el escudo desde hace casi doce años.

España siempre es España, aunque por momentos no lo pareciera. Especialmente en la primera mitad. “Nos han costado mucho encontrar mecanismos de pase que tenemos consolidados. Recuerdo muy pocos pases en los que hayamos encontrado con ventaja al 9 porque no hemos ocupado los espacios como normalmente solemos hacer. Ponían mucho empuje, muchas ganas, muy buena actitud, pero se movían más los jugadores que el balón y eso significa que no controlas el juego”, afirmaba Luis Enrique.

Y la principal característica de España es que domina el balón y arma el juego con paciencia, como sucedió en la segunda parte hasta llegar al gol de Dani Olmo. “Ha habido mejor circulación, más control de partido, mejor presión y hemos acabado de la mejor manera que podíamos acabar, en el minuto 90 con un jugada elaborada de lado a lado y sin prisa”, explicaba el seleccionador.

Entonces ya estaba Jordi Alba en el campo, con el brazalete de capitán, la última conexión entre la selección campeona de todo que dirigieron Luis Aragonés y Vicente del Bosque, y ésta que aspira a que los éxitos sean algo más que un recuerdo.

Luis Enrique tiene una idea y convoca jugadores que le sirven para esa idea. Da igual los años que tengan o los partidos que hayan jugado con la Roja si considera que son los mejores para su selección. Por eso hizo debutar a David Raya: En principio estaba previsto que jugara Robert Sánchez, pero tuvo que abandonar la concentración.

El guardameta del Brentford es un desconocido en España, pero eso no es un problema para el seleccionador. Para eso él y su cuerpo técnico hacen un seguimiento de todos los jugadores que consideran interesantes. El portero, para él, es fundamental también en el juego de posesión. “Me pide que sea un jugador más, soy un hombre libre y si alguien me sale a la presión significa que hay un jugador libre y tengo que encontrarlo. Nos pide que estemos tranquilos y hagamos lo que é nos dice”, explica el debutante. “Tengo que estar tranquilo y tomar la decisión correcta en el pase para que no la roben”, añade. Estuvo tranquilo también después de encajar un gol ridículo del que sólo culpa a la “mala suerte”.

Raya jugó los noventa minutos, mientras el habitual titular, Unai Simón, veía el partido desde el banquillo. “Hay jugadores importantes que no han jugado ni un minuto. Mi objetivo es demostrarles a ellos que somos un equipo independientemente de quién juegue y no cargarles de minutos porque ahora acaba la Liga y en junio vamos a jugarnos en diez días cuatro partidos”, recuerda el seleccionador. En junio llegan los primeros partidos de la Liga de Naciones, en la que la Roja debuta contra Portugal.

Por eso dejó fuera de la convocatoria a Busquets y por eso futbolistas como Koke o Marcos Llorente no salieron del banquillo. Por eso también ha preferido subir a Arnau Tenas, el portero del Barcelona B, desde la sub’21 para cubrir la baja de Robert Sánchez que llamar a otro portero.

“Hemos hablado con Luis de la Fuente [seleccionador sub’21], le hemos dicho que nos dejara a uno de los tres porteros y Luis ha decidido que sea Arnau Tenas. Cualquiera de los tres porteros nos serviría”, dice el seleccionador. “Miramos mucho a la sub21, es como nuestro filial, cuanto antes puedan participar del grupo mejor y fruto también de las fechas y de que los jugadores están seguramente de vacaciones hemos querido tirar del filial”, añade. Una explicación que sonaría mucho más convincente si no se hubiera convocado a Leo Román, portero del Mallorca, para suplir la baja de Arnau Tenas en la sub’21.

España demostró que es un equipo y es el equipo de todos, después de ver el recibimiento de Barcelona a la selección. “Me hubiera dolido no ganar por el ambiente. No recuerdo un partido, de jugador o de entrenador, en el que la afición haya sido tan determinante. Ha sido un gran placer”, afirma Luis Enrique.