Premier

¿Quién paga los sueldos del Chelsea?

La derrota de ayer ante el Real Madrid supone un mazazo para la ya complicada situación económica de los “Blues”

Romelu Lukaku se lamenta en el encuentro ante el Real Madrid
Romelu Lukaku se lamenta en el encuentro ante el Real MadridDPA vía Europa PressDPA vía Europa Press

Quién le iba a decir a Roman Abramovich, que en febrero conquistaba el único título que faltaba en sus vitrinas, el Mundial de clubes, que dos meses después su equipo iba a ser uno de los más inestables del planeta. Que el campeón de Europa y del mundo iba a vivir un auténtico calvario, sin casi ingresar dinero, pendiente de las concesiones del Gobierno, con una venta que no acaba de cerrarse y con los jugadores arrimando el hombro para evitar una ruina aún mayor.

Mientras el oligarca ruso sigue buscado un refugio para su fortuna, el club inglés se desangra: los futbolistas han tenido que pagar la gasolina para los desplazamientos de su bolsillo y los ejecutivos del club continúan en sus puestos, pero sin ningún poder de decisión. De hecho, la que fuera mano derecha de Abramovich, Marina Granovskaia, directora general del Chelsea y con contrato con el club, sigue figurando pero sin capacidad ejecutiva. No puede renovar contratos, fichar jugadores ni realizar cualquier tipo de operación más allá del día a día. De hecho, tampoco puede ejecutar cláusulas de renovaciones que figuren en los contratos de los jugadores.

30 millones de uros mensuales en nóminas

Lo “Blues”, que ayer sufrieron una dura derrota frente al Real Madrid en la ida de cuartos de final de la Liga de Campeones, tiene congelados sus activos. Solo ingresa dinero por derechos televisivos y este va a un fondo destinado a pagar los sueldos. Una nómina que, entre jugadores y trabajadores supera los 30 millones de euros mensuales. Por eso, a cada día que pasa con el club sin venderse, aumentan las preocupaciones.

El Gobierno les ha dado un poco más de aire. Les ha permitido gastar hasta 900.000 libras en los partidos de Stamford Bridge y les abre la puerta a vender entradas para los encuentros de fuera de casa, y los de casa de Champions, FA Cup y femeninos. No así a los de Premier, una decisión incoherente para los aficionados. Sin embargo, no recaudarán nada por esas entradas. El dinero irá a la Premier, la FA o la UEFA y se quedará ahí hasta que se resuelva la situación institucional.

Aún no hay fecha definitiva para la venta, aunque la fecha límite establecida es el próximo 18 de abril, cuando el sucesor de Abramovich saldrá de la lista de cuatro candidatos que se han postulado hasta hoy. Está el dueño de los Boston Celtics, Stephen Pagliuca, el consorcio liderado por Todd Boehly, codueño de Los Angeles Dodgers, Martin Broughton, expresidente de British Airways y del Liverpool, y la familia Ricketts, dueños de los Chicago Cubs.

Desde Inglaterra ya alertan de que si esa venta no se lleva a cabo en breve, el Chelsea no podrá pagar sus salarios el próximo mes.

Un desastre que se ha visto agravado por la contundente victoria ayer del Real Madrid con tres goles de Karim Benzemá. Los siete goles que han encajado los ‘blues’ en sus últimos dos partidos en casa (cuatro el Brentford y tres los de Ancelotti) han sido una losa demasiado grande para el vigente campeón en la ida de los cuartos. Habían dejado su portería a cero en 10 de 15 partidos con Tuchel en la máxima competición continental pero la suerte ya no les sonríe tampoco en el césped.

La millonada que pierden si caen en Champions

Y es que, más allá de los deportivo, la posibilidad -aunque aún quedan 90 minutos- de quedar fuera de la Champions supone una dura pérdida económica para los “blues”. La UEFA entrega a los clubes de la fase de grupos un total de 15,64 millones de euros por participar en la fase de grupos de la UCL. En esta etapa también habrá una bonificación por cada triunfo, el cual será de 2,8 millones de euros. También se percibirá 930.000 euros por cada empate. Si un conjunto llega a ganar todos los partidos puede obtener un aproximado de 32,44 millones.

Si el Chelsea queda fuera, perdería los 12,5 millones de euros por clasificarse para semifinales, los 15,5 de una hipotética clasificación para la final y los 4,5 millones en caso de haber revalidado el título.

Con los activos congelados, sin estos ingresos y con una depresión que se ha trasladado al terreno de juego el futuro del Chelsea está en el aire.