Fútbol

El éxito y ascenso de la Bonanova, el equipo milagro de la pandemia

El juvenil A ha dominado su categoría y asciende a Primera tras golear 0-5 en el último partido y con muchos minutos con un futbolista menos

Los jugadores del Juvenil A del Bonanova celebran la victoria
Los jugadores del Juvenil A del Bonanova celebran la victoriaLa Razón

El CF La Bonanova quedó ayer primero de la Liga juvenil y sube a Primera tras una temporada en la que ha dominado la categoría como si tuviera una experiencia que no tiene al ser un club creado por dos chavales de 17 años en plena pandemia del coronavirus, espoleados por sus padres y sin miedo a meterse en aventuras. Ésta no puede ser más gratificante. El segundo episodio, su segunda temporada ha acabado con los jóvenes fumándose un puro, en pleno cachondeo, al estilo Ancelotti en el vestuario, para celebrar un ascenso inesperado cuando se concibió el club, pero que fue haciéndose muy visible según iban pasando los encuentros y dominaban la categoría y tenían la madurez necesaria, e inesperada para desenvolverse.

“Nuestros chicos son estudiantes universitarios, muchos de ellos con exámenes en mayo, somos el equipo a batir y todos los rivales preparan a conciencia sus partidos contra nosotros. Saben que somos los favoritos para quedar primeros y ascender, no es fácil, pero el espíritu de este equipo es amor al fútbol en estado puro”, decían personas cercanas al equipo cuando ya estábamos en primavera y el objetivo empezaba a ser una realidad más que un espejismo o una utopía que se sueña con los ojos abiertos.

El partido del domingo, el que dio el ascenso matemático, fue un ejemplo de lo que ha sido la temporada. Ganó 0-5 al rival, pese a jugar con una menos. Su superioridad ha sido inapelable para los rivales y acaban la temporada como el equipo máximo goleador y el que menos tantos ha recibido. Lo mejor de los entrenadores defensivos y lo mejor de los que practican un fútbol más valiente. Antes de la expulsión ya iban ganando por 0-3 y el jugar con uno menos no les hizo dudar, ni cambiar la estrategia de buscar la portería contrario. Marcaron dos goles más y pudieron ser más, pero entre el cansancio, el gol que empezaba a castigar y que el objetivo ya estaba conseguido, no hicieron falta.

El éxito del equipo juvenil confirma la buena marcha del club, pese a que los primeros pasos siempre están llenos de dudas. Lo más complicado fue echarlo a andar, conseguir las infraestructuras donde situar la sede y organizar toda la estructura de lo que pasó de ser una idea de dos adolescentes a convertirse en un asunto serio, como serias sólo pueden ser las cosas del fútbol.