La 'era Mourinho' se cerró en el Santiago Bernabéu con más ruido alrededor de su figura que fútbol, y una afición, la madridista, dividida entre el apoyo y el silbido al portugués, que presenció con grada semi vacía el último triunfo del Real Madrid, 4-2 a Osasuna, en el cierre de una mala temporada.

Ante Osasuna no necesitó el Madrid de Mourinho jugar al fútbol para vencer. Contra rivales así, impone la calidad individual, que le desborda, al sistema, que entre el contragolpe y el «cuidado que voy» es un misterio, a menudo invisible. Pero ganó (4-2) la última e intrascendente batalla. Higuaín hizo gol la primera vez que chutaron él y el Madrid, cuando el contrario había disparado siete veces. Marcaron el «perro», el «gato», Essien y Callejón. Los tantos de Osasuna a Jesús, portero por sorpresa, de Roberto Torres y Cejudo. Con la caída del telón, «Mou» se acercó a la banda para despedirse y lo hizo agitando la mano y mirando exclusivamente al fondo de los ultras. Incluso al final le faltó altura de miras.

Hay madridistas que piensan que la etapa de Mourinho les ha devuelto el orgullo; celebran que tres títulos y las victorias parciales sobre el Barça son botín suficiente. Hay otros madridistas convencidos de que este trienio ha sido catastrófico; en lo deportivo, porque es insuficiente llegar a semifinales de «Champions» con una plantilla excepcional, y en lo institucional, porque dejar en manos de un entrenador tan corrosivo como éste la portavocía del club es tan arriesgado como invitar a cenar a Hannibal Lecter.

Para esa parte del madridismo que no ha tragado ni con sus modales ni con sus decisiones ni con sus escasos resultados, Mourinho planteó el partido de la despedida como un amistoso; para lo cual contó con la inestimable colaboración de Osasuna. Empezó el «show» en la víspera, al elaborar una convocatoria con sólo 11 jugadores de la primera plantilla y seis del Castilla. Prosiguió con la alineación, si bien la titularidad de Jesús sólo puede obedecer a que no pudo contar con el portero del Canillas (Adán, en el banquillo). Y continuó cuando salió el último del túnel para entrar veloz en el banquillo. Saltó a la banda con el partido empezado, después del primer tiro de Osasuna, a los 23 segundos, y el árbitro tuvo que parar el encuentro ante la aglomeración de cámaras y fotógrafos en torno al exhibicionista.

De vuelta a la normalidad, Osasuna, consciente de la intrascendencia del partido, jugó con la serenidad que le ha faltado durante el campeonato. Se aprovechó también del descoloque del Madrid, en el que Callejón aparecía en el lateral derecho, sin desentonar del resto, y durante 35 minutos tuvo al anfitrión a su merced y a Jesús, calentito. Hasta que un despiste defensivo dejó a Higuaín frente a Riesgo y el cuento se acabó. No celebró el gol. Sólo tres minutos después, Essien remató de cabeza el córner de Özil y se abrazó a Mourinho. «Hay gente pa'tó».

Como ha sido habitual durante toda esta peculiar temporada, con 2-0 de ventaja el Madrid se distrajo y Osasuna, que merecía mejor suerte, empató. El 1-2 lo hizo Roberto Torres –disparo lejano y cruzado al que no llegó Jesús– y el 2-2, Cejudo, de cabeza. Pero, claro, lo que le sobra al Madrid, calidad para regalar, le falta a Osasuna, justito en ese apartado. Así llegó el 3-2 de Benzema, aquel gato de Mourinho que, centrado, sin ansiedades, es un tigre. Marcó a pase de Özil, el jugador del buen gusto, del trazo artístico. Cerca ya del final de todo, de la despedida de Mourinho y de Pérez Lasa, de la Liga y de los malos rollos, el definitivo 4-2, de Callejón –que se besó el escudo–, tras una jugada de Higuaín, mezcla de velocista y corredor de fondo por toda la banda izquierda. Y terminó el partido, sin angustias, entre despedidas tristes y alegres liberaciones. La vida sigue, incluso sin Mourinho, y el Madrid, también.

Ficha técnica:

4 - Real Madrid: Jesús Fernández; Callejón, Raúl Albiol, Carvalho, Arbeloa (Llorente, m.85); Essien, Modric; Di María (Nacho Fernández, m.46), Özil (Omar, m.81), Benzema; e Higuaín.

2 - Osasuna: Asier Riesgo (Ricardo, m.75); Oier, Rubén, Unai García, Nano; Silva (Maikel, m.78), Timor; Cejudo, Armenteros, Roberto Torres; y Llorente (Manu Onwu, m.46).

Goles: 1-0, m.35: Higuaín. 2-0, m.38: Essien. 2-1, m.52: Roberto Torres. 2-2, m.64: Cejudo. 3-2, m.69: Benzema. 4-2, m.88: Callejón.

Árbitro: Pérez Lasa (Comité Vasco). Amonestó a Higuaín (44) por el Real Madrid, y a Unai (44) por Osasuna.

Incidencias: encuentro correspondiente a la 38a jornada, última de la Liga BBVA, disputada en el estadio Santiago Bernabéu ante la presencia de 55.000 espectadores. El partido se paró al minuto de juego cuando Mourinho no podía entrar en su zona técnica por la cantidad de reporteros gráficos.