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Abidal, adiós contra su voluntad

El internacional francés, que volvió a jugar esta temporada tras superar un trasplante de hígado, deseaba firmar su renovación con el conjunto culé, pero no contó con la aprobación del cuerpo técnico.
El internacional francés, que volvió a jugar esta temporada tras superar un trasplante de hígado, deseaba firmar su renovación con el conjunto culé, pero no contó con la aprobación del cuerpo técnico.larazon

Después de seis años, Eric Abidal dejará de ser jugador del Barcelona el próximo 30 de junio contra su voluntad. «Abi» se ha pasado muchos meses luchando contra un tumor y un trasplante de hígado, periodo durante el que el sueño de volver a vestirse de azulgrana le dio fuerzas para seguir superándose. «Saltando vallas», como dice él. La última la saltó el pasado 6 de abril, cuando volvió a jugar durante el Barça-Mallorca con el Camp Nou puesto en pie. Había estado 402 días de baja. Pero el francés se ha encontrado con la decisión del club de no renovarle, a pesar de que antes de Navidad, Josep Maria Bartomeu, vicepresidente deportivo, aseguró que su renovación era un hecho si volvía a jugar. Abidal, eso sí, saldrá por la puerta grande del club, una puerta que no se cerrará nunca, ya que Sandro Rosell le ha ofrecido el cargo de director de las escuelas azulgrana que hay en el mundo para cuando se retire. El adiós del jugador galo se oficializó ayer, en un acto cargado de emoción, en el que se derramaron mil y una lágrimas, y que contó con la presencia de toda la plantilla y cuerpo técnico.

«Quería quedarme»

«Merci Abidal, 22» –Gracias Abidal– rezaba el enorme cartel que presidió un acto que tuvo lugar en el remozado Picadero, ahora conocido como Auditori 1899. En el estrado, había un sitio para el jugador, otro para Sandro Rosell y el tercero para Andoni Zubizarreta. Pero antes de que llegasen, empezó a aparecer la plantilla. Primero, los cuatro capitanes y, poco a poco, el resto de sus compañeros. Alves, en Brasil, y los cuatro sub'21 fueron los únicos ausentes. Detrás, todo el cuerpo técnico, médicos incluidos. Y no faltaron algunos directivos, como Jordi Moix, Toni Freixa o Javier Bordas.

Con el micrófono, Abidal tuvo momentos buenos y no tan buenos. Recuerdos cargados de emoción que despertaron sus más profundos sentimientos. «Durante mi recuperación he tenido dos objetivos: luchar para ver crecer a mis hijos y estar cada día con mi mujer, y volver a jugar. Me hubiera gustado que fuera en el Barça, pero el club lo ve diferente. Me voy, pero seguramente volveré», fueron sus primeras palabras, que precedieron una gran ovación de sus compañeros de vestuario. No fue la última. El mensaje que quiso transmitir quedó muy claro. Abidal quería seguir en el Barcelona y el club ha elegido otro camino. «Es una decisión difícil, de las que te dan vueltas cuando te vas a dormir, porque sobrepasa lo futbolístico. No hay una razón concreta, sino un compendio de cosas», expuso Zubizarreta. «En la vida, lo difícil es decir no», apostillaba Rosell. A pesar de la insistencia, ni presidente ni director deportivo fueron nada claros acerca de las verdaderas razones de la no renovación del jugador.

La intención de Abidal es seguir jugando, aunque aseguró que, de momento, no dispone de ninguna oferta. Está muy centrado en acabar su contrato. «Hasta el 30 de junio soy jugador del Barça y pienso aprovecharlo hasta el final, ya habrá tiempo de pensar», recordó esbozando una sonrisa. A pesar de todo lo que ha pasado, su sentido del humor sigue intacto y por eso es tan querido en el vestuario azulgrana.

El francés tuvo palabras muy cariñosas para sus compañeros: «Son mi segunda familia, he podido contar con ellos desde el principio y no he parado de llamarles». Los médicos y fisios han tenido un papel muy importante en su recuperación y cada vez que los recordaba una lágrima navegaba por su mejilla. Especialmente cariñoso estuvo con el doctor Canal, uno de los hombres que más encima ha estado en todo el proceso. Abidal fue muy claro a la hora de explicar su estado de forma actual: «No estoy como antes, eso es verdad, pero estoy mejor que hace 6 meses. Lo que más me preocupa ahora es la recuperación después de los partidos, ver si puedo jugar cada tres días».

Además de todos los recuerdos, Abidal se llevará consigo un vídeo muy emotivo que le preparó el club y que ayer puso la piel de gallina a más de uno. El final del acto fue uno de los momentos con más tensión emocional en la historia del club. Jugadores y técnicos formaron un corro y, mientras se dejaban las palmas de las manos aplaudiendo, «Abi» fue saludando y besando a cada uno de ellos sin excepción. Alba, Messi o Xavi rompieron a llorar ante el abrazo de su compañero, que tampoco aguantó la emoción hasta el final, multiplicando las lágrimas. Abidal deja un recuerdo imborrable.