Agotados

Cristiano y Messi han llegado rotos al partido más importante de la temporada

La rueda de un Ferrari también se pincha. El Titanic también se hundió. Son cosas que pasan. Hasta lo más excelso del mundo es imperfecto. Incluso los dos mejores futbolistas de la Tierra son humanos, aunque han parecido extraterrestres durante mucho tiempo. Cristiano Ronaldo y Leo Messi tendrán que ver la final de Wembley por la televisión. Su cuerpo ha dicho basta y no han podido ayudar como hubieran deseado a sus equipos en las semifinales de la Liga de Campeones. Madrid y Barça han echado mucho de menos a sus estrellas en la eliminatoria más decisiva del curso. Agotados, «CR7» y «La Pulga» han pagado su esfuerzo a lo largo del año en el peor momento.

Ambos han vivido circunstancias parecidas. Cristiano se vistió de corto para intentar la remontada ante el Borussia, ocultando que estaba lesionado. El portugués quiso ayudar a sus compañeros sobre el campo más en el terreno emocional que en el deportivo, intimidando a sus rivales con su sola presencia. Hizo lo que pudo, pero la gestión de minutos en sus piernas no ha sido la mejor. Lo mismo ocurre con Messi, con el que el Barça ha sido de todo menos transparente. La lesión que sufrió en el Parque de los Príncipes, la primera de tipo muscular desde 2008, le persigue. Jugó en San Mamés y se resintió, cosa que no se hizo pública hasta el miércoles. El Barça lo ocultó todo hasta minutos antes de enfrentarse al Bayern, cuando saltó la sorpresa con la presencia del argentino en el banquillo. La remontada ya era un imposible para todos.

Messi y Cristiano quieren jugar siempre, incluso con sus selecciones, aunque sean duelos amistosos, lo que suma a los minutos en el campo los que pasan en los aviones. El argentino acumula 55 partidos este curso (48 con el Barcelona y 7 con la albiceleste) y Cristiano 57 (51+6). Desde que comenzara la Liga, el 18 de agosto, han disputado un encuentro cada 4,5 días. Jugar es como una obsesión, de la que se han beneficiado muchas veces Barça y Madrid, pero ante la que Vilanova y Mourinho no han sabido encontrar un punto medio para que lleguen en mejor estado físico al tramo final de la temporada. Hasta en Copa han jugado mucho. Messi ha batido todos los récords goleadores, pero para conseguirlo, su esfuerzo ha sido enorme, no ha tenido descanso, y sus piernas acaban pagándolo. Cristiano no le va a la zaga con sus cifras goleadoras, pero tampoco con los minutos que acumula. Una sobresaturación que ha derivado en colapso y se ha traducido en la eliminación europea.

Ahora, cada uno tiene objetivos diferentes. Messi, que ayer trabajó en la ciudad deportiva pese a tener fiesta, quiere ayudar a sus compañeros a cerrar el título de Liga cuanto antes. En el Madrid, el gran objetivo es que su estrella llegue en plenas condiciones a la final de Copa. Pero bien harán ambos en ampliar sus miras. Porque Ramos también está lesionado; Xabi Alonso y Xavi, fundidos; Cesc e Higuaín, ausentes...