Al que nadie rechista

MADRID- Los jugadores del Madrid vuelven sonrientes a su campo, después de marcar un gol. Se han abrazado antes y están más o menos relajados. Pero allí les recibe Xabi Alonso y de golpe se acaba el relax. El partido no se ha acabado. Lo sabe Casemiro, que cuando ha jugado, se ha llevado instrucciones de Xabi hasta en los minutos que para los demás son intrascendentes; y lo está descubriendo Jesé, que después de celebrar los tantos, se encuentra con la barba del 14, el tipo que dice que se acabó la fiesta y tienes que situarte aquí y allí y moverte así, esta jugada la hiciste mal. Xabi es el que manda y «nadie le rechista», dicen en el club. Ancelotti deja que los futbolistas gestionen sus espacios y son Alonso, Ramos y Arbeloa quienes llevan la voz principal. Son ellos los que dan personalidad al grupo. Son ellos los que en el descanso o antes de empezar, dejan las cosas claras.

En el último partido contra el Atlético, con la eliminatoria de Copa ya decidida, Raúl García y Xabi Alonso se retiraron citándose fuera para resolver cuentas que habían quedado pendientes en el campo. Evidentemente, no lo hicieron, pero hoy volverán a verse, en un choque mucho más importante y que va a ser mucho más reñido: «Va a ser un partido intenso, eso es normal. Pero no creo que sea feo, difícil o complicado. Vamos a intentar jugar nuestro fútbol para ganar al Atlético, porque necesitamos hacerlo lo mejor posible», explicó ayer Carlo Ancelotti, para centrarse en el fútbol.

Si ha habido tensión en los duelos anteriores, en éste no va a ser menos. Xabi Alonso nunca se arruga ni vuelve la cara. Sabe que el fútbol es tanto cuestión de clase como de carácter y a él le sobran de las dos para mandar en los partidos. Se recuperó de su lesión y volvió después de la derrota en el Camp Nou. Las estadísticas, a veces, recogen datos superfluos, son adornos; otras veces, describen la realidad de un vistazo. Desde ese día, el Real Madrid suma 27 encuentros sin perder. Xabi no presume, porque no es su estilo. No le gusta perder el tiempo en conversaciones que no van a ningún sitio. Hay que ser concreto. «Tiene la calidad y la inteligencia para jugar en todos los sistemas. Su posición es muy importante a la hora de dar equilibrio al equipo, pero la realidad es que los delanteros están trabajando bien en la recuperación de balón y presionan arriba. Eso ayuda a todo el equipo», continuó ayer el entrenador italiano.

Alonso sabe que con Modric y Di María al lado, él tiene que acercarse a los defensas para sacar el balón y ayudarles y cubrir cuando quien lo tiene es el contrario. Inquieto culturalmente, serio y callado, está ahí para poner orden y que nadie se despiste. Él manda: en el fútbol o en la guerra.